Putin dice que rebelión abortada jugó a favor de los enemigos de Rusia

Moscu, 26 jun – El presidente ruso Vladímir Putin arremetió el lunes contra los organizadores de la rebelión del fin de semana y señaló que eran unos “traidores” que beneficiaron al gobierno de Ucrania y de sus aliados. La rebelión por parte de mercenarios armados duró menos de 24 horas, y fue la amenaza más grave hasta ahora para la autoridad de Putin.

Putin dijo que la nación se había mantenido unida y elogió a los mercenarios de base por no dejar que la situación desembocara en un “derramamiento de sangre”.

Horas antes, el líder de la rebelión, Yevgeny Prigozhin, defendió su breve insurrección. Se burló de los militares rusos, pero dijo que no buscaba dar un golpe de Estado contra Putin.

Putin no mencionó a Prigozhin en su discurso televisado, pero afirmó que los organizadores de la rebelión habían intentado obligar a los soldados del grupo “a disparar contra los suyos”. Putin culpó a “los enemigos de Rusia” y señaló que “calcularon mal”.

El Kremlin también mostró a Putin reunido con funcionarios de alto rango de las fuerzas policiales y del ejército, y a primera hora del día las autoridades publicaron un video del ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu —cuya destitución había exigido Prigozhin_, pasando revista a las tropas en Ucrania.

Prigozhin dijo que sus acciones eran para evitar la destrucción del Grupo Wagner, su empresa militar privada. “Empezamos nuestra marcha por una injusticia”, manifestó en una declaración de 11 minutos, sin dar detalles sobre dónde estaba o cuáles eran sus planes.

La enemistad entre el propietario del Grupo Wagner y los mandos militares rusos ha ido creciendo durante toda la guerra, y estalló en una rebelión durante el fin de semana, cuando los mercenarios salieron de Ucrania para tomar un cuartel general militar en la ciudad de Rostov del Don, en el sur de Rusia. Aparentemente no enfrentaron oposición alguna durante cientos de kilómetros hacia Moscú, para cambiar de rumbo menos de 24 horas después

El Kremlin dijo que había llegado a un acuerdo para que Prigozhin se trasladara a Bielorrusia y recibiera amnistía, junto con sus soldados. No se conocía su paradero el lunes.

Prigozhin se jactó el lunes de que su marcha fue una “clase magistral” sobre cómo los militares rusos deberían haber llevado a cabo la invasión de Ucrania en febrero de 2022. También se burló de los militares por no proteger a Rusia, señalando las brechas de seguridad que permitieron a Wagner marchar 780 kilómetros (500 millas) hacia Moscú sin enfrentar resistencia.

Su declaración no aclaró qué ocurriría en última instancia con él y sus fuerzas en virtud del acuerdo supuestamente negociado por el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.

Prigozhin dijo que Lukashenko “propuso encontrar soluciones para que la empresa militar privada Wagner continuara su trabajo en una jurisdicción legal”. Eso indicaba que Prigozhin podría mantener su fuerza militar, aunque no estaba inmediatamente claro a qué jurisdicción se refería.

El medio de comunicación independiente ruso Vyorstka afirmó que se estaba construyendo en Bielorrusia un campamento para hasta 8.000 soldados de Wagner, pero el informe no pudo ser verificado de forma independiente. El grupo bielorruso de observación militar Belaruski Hajun dijo el lunes en Telegram que no había visto ninguna actividad en la zona que coincidiera con el informe.

Aunque el amotinamiento fue breve, sí hubo derramamiento de sangre. Medios de comunicación rusos reportaron que varios helicópteros militares y un avión de comunicaciones fueron derribados por los elementos de Wagner, causando la muerte de al menos 15 personas. Prigozhin lamentó el ataque contra las aeronaves, pero señaló que éstas estaban atacando sus convoyes.

Los medios de comunicación rusos reportaron que no se ha cerrado un caso penal contra Prigozhin, a pesar de las declaraciones anteriores del Kremlin, y algunos legisladores rusos pidieron su cabeza.

Andrei Gurulev, un general retirado que actualmente funge como legislador y quien ha tenido roces con Prigozhin, dijo que el mercenario y su mano derecha Dmitry Utkin merecen “una bala en la cabeza”.

Y Nikita Yurefev, concejal de San Petersburgo, dijo que había presentado una solicitud oficial a la Fiscalía General de Rusia y al Servicio Federal de Seguridad preguntando quién sería castigado por la rebelión, dado que Putin prometió en un discurso el sábado por la mañana castigar a quienes estuvieran detrás de ella.

No estaba claro a qué recursos puede recurrir Prigozhin ni a qué parte de su cuantiosa fortuna puede acceder. La policía registró su oficina de San Petersburgo durante la rebelión y encontró 4.000 millones de rublos (48 millones de dólares) en camiones afuera del edificio, según informes de los medios de comunicación rusos confirmados por el propietario de Wagner. Dijo que el dinero era para pagar a las familias de sus soldados.

Los medios rusos informaron que las oficinas de Wagner en varias ciudades rusas habían reabierto el lunes y la empresa había reanudado el alistamiento de reclutas.

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