Que las campanas se doblen si te engañan otra vez

Por Charlie Núñez

Hace mucho tiempo Euclides Gutiérrez Félix había definido al antiguo Partido Revolucionario Dominicano como una Federación de grupos.
Sigo manteniendo el criterio de que el último partido fundado en el país fue el de la liberación dominicana, por tanto, lo que sucedió en el 2014, fue un traslado de esa Federación de grupos hacia un nuevo nombre.
Esa nueva Federación fue reforzada por un paquete de grupos con trajes de moralistas que con tres cifras numéricas se quedaron ciegos, sordos y mudos frente a las desgracias del pueblo.
Esa Federación ampliada, en componenda con algunos sectores nacionales y extranjeros y figuras de un mundo oscuro, sumaron energías y acciones para desalojar al PLD del Poder.
Utilizando todos los medios y la tecnología a su alcance, con recursos económicos que jamás podrán explicar, de manera abusiva, convirtieron a los miembros, familiares y simpatizantes del partido morado en ladrones frente a la opinión pública.
Aunque nunca reconocieron un logro en los gobiernos peledeístas, para comenzar la mayor carrera de préstamos jamás vista en el país, usaron y siguen usando los índices económicos cosechados de las gestiones de los gobiernos del PLD.
Para justificar la más grande inversión publicitaria con que se busca acallar críticas a la desastrosa gestión «perrema», promueven como suyos, logros alcanzados en esas gestiones moradas, por instituciones a las que solo han cambiado el nombre.
En momentos críticos del sistema energético, solo Punta Catalina sacó la cabeza para mantener este país encendido.
A raíz de los aguaceros que inundaron la ciudad, solo el Metro se mantuvo movilizando sin problemas.
Los pobres de este país tienen que recordar los gobiernos peledeístas, cuando en navidad falta la cena, cuando mueren esperando un medicamento de alto costo, cuando no alcanza para la comida y no puede adquirir un medicamento.
Ya se acerca un proceso electoral y en el litoral gubernamental, sin una obra ni un logro que exhibir, se escuchan tambores de victoria.
Esos tambores son tocados y amplificados por la misma gente que los promovió, gente a las que no les interesa en lo más mínimo la suerte de las mayorías.
Ya una vez retorcieron la voluntad de la gente invadiendo su pensamiento logrando una confusión colectiva; en este momento, la ausencia de medicamentos, alto costo de la vida, inseguridad, burlas y mentiras, pesarán más que palabras repetidas mil veces.
Por favor, inventen algo rápido para recordarlos, que no sea doblar a la derecha en rojo, que ya esa la tenemos y por lo visto todo parece indicar que es pa’fuera que van y sería penoso no acordarnos que el PRM fue gobierno una vez.