Quiero denunciar un semáforo
Por Charlie Núñez
Yo que he sido un gran crítico del desorden generalizado de nuestra sociedad, paso por la pena de confesar que he sido parte de él cuando le dije a mi hijo, quien partió al extranjero a estudiar aun siendo menor de edad y que obtuvo su primera licencia de conducir por allá, que no respetará un stop.
Sucedió hace varios años, cuando al pasar por una concurrida calle, él conduciendo hace el stop y le dije: eso está correcto, pero si lo haces corres el riesgo de que alguien te explote tu vehículo por detrás.
El ser un payaso social lo aprendí cruzando el puente Juan Bosch, entro en él respetando mi carril, veía como los del desorden me pasaban por el lado, cuando llegaba al final del puente el único que estaba fuera de sitio era yo, ese día aprendí que tenía que jugar con la turba.
Recientemente se ha descubierto una banda de malhechores encabezada por semáforos del gran Santo Domingo que crearon caos, desasosiego e intranquilidad a los ciudadanos.
Sus acciones fueron tan agresivas que superaron y opacaron por días los desórdenes provocados por los agentes de Amet y de la turba de conductores salvajes que operan diariamente desde hace mucho tiempo.
Aunque en este preciso momento quiero denunciar la actuación de un semáforo específico que comete sus fechorías en la avenida del bulevar de Juan Dolio, éste se pone ahí a detener el tránsito de forma medalaganaria en complicidad con tres agentes del desorden que operan uno escondido al acecho de a quienes desespera el semáforo y dos que detienen al desesperado.
Para los que opinan de qué culpa tiene un semáforo en eso, les digo, que como este gobierno nunca sabe nada, ellos nunca son culpables sino el gobierno anterior, y si lo atrapan con la mano en la masa eso es subsanable, pues permítanme denunciar al que no se puede defender.
