Radiografía del discurso presidencial
Guillermo Caram
Mas allá de los calificativos usuales del más solemne de los discursos presidenciales- bueno o malo, satisfizo o no expectativas, si pintó un país imaginario o real, etc.- el presente discurso contiene particularidades que deben ser examinados dentro una sana concepción de Estado y administración de gobierno.
1. Partiendo de la reiteración de cifras previamente dadas a conocer que debieron reservarse para esta ocasión solemne. O sobreseerla en esta ocasión.
· Y de la abundancia de cifras que no sabemos, por aquello que el bosque no deja ver el árbol, si lograrán transmitir en la ciudadanía el “mensaje esperanzador” dentro de un clima de desesperanzador, que constituye parte del mandato constitucional que rige este discurso.
2. Saludamos la decisión del mandatario de someterse al principio de continuidad jurídica del Estado expresada en la exaltación efusiva de proyectos iniciados por gobiernos anteriores. Sin embargo, esto no exime que se efectúen evaluaciones y ajustes pertinentes. Nos referimos específicamente:
· A la necesidad de confirmar el balance hídrico alrededor de la presa Monte Grande para que dicha inversión se justifique con la disponibilidad de agua para almacenar sin sacrificar usos actuales
· Recordar que Punta Catalina no fue concebida para proporcionar beneficios al Estado sino para abaratar costo de la energía a los consumidores dominicanos. Los altos beneficios obtenidos se deben a que se mantuvieron precios altos de venta que debieron ser reducidos.
3. Asimismo, sobre elevados beneficios del Banco de Reservas, entendemos que se aplicaron criterios de obtención de resultados propios de la empresa privada y no la función pública. Los elevados beneficios del Banco de Reservas, banco del Estado, se debieron a ingresos obtenidos básicamente por la tasa de interés de préstamos, los cuales pudieron rebajarse preferencialmente para actividades estratégicas como la agropecuaria que aumente producción para abaratar precios y satisfacer así una de las principales preocupaciones ciudadanas.
4. Saludamos la consideración de la agropecuaria como sector estratégico y compartimos el entusiasmo gubernamental mostrado por el crecimiento agropecuario durante el último del año aun cuando desconocemos la incidencia del efecto precios segregado de volumen de producción. Este crecimiento satisfactorio se ve neutralizado con la persistencia de problemas graves que requieren una acción contundente del Estado. A septiembre 2022 las importaciones de bienes de consumo aumentaron 33% con relación a septiembre 2021 y las de materia prima se incrementaron 44%, haciendo que nuestras necesidades de bienes se satisfagan más con importaciones (52%), en un 9%, que con nuestro PIB agropecuario.
5. El Mandatario defendió con vehemencia los subsidios prescindiendo de sus efectos en el déficit fiscal, y sus funcionarios hicieron causa común resaltando el efecto del subsidio a los combustibles. Independientemente que esto requiere ser transparentado para verificar su certeza seguir subsidiando para garantizar márgenes fijos de ganancia a distribuidores y transportistas privados no constituye un criterio sano de administración de recursos públicos. Resolver esto, materia pendiente de la modificación de ley de hidrocarburos, no fue tratado.
6. Saludamos la propuesta de un pacto nacional de las fuerzas políticas para encarar la situación fronteriza-migratoria. Recordamos que algo similar fue iniciado hace meses mediante una reunión en Palacio encabezada por el presidente que aparentemente no se le dio el seguimiento debido. Ojalá esta iniciativa corra mejor suerte. Y que se conciba adecuadamente: No solo para “defender la soberanía” sino para cooperar para el desarrollo institucional y económico haitiano, una forma efectiva de contener la migración. Esto requiere sustituir descalificaciones y confrontaciones frecuentes por expresiones y actitudes apropiadas. Y quejas y lamentaciones ante una comunidad nacional que no sabemos cómo interpretará énfasis dado a cifras sobre deportaciones dadas en el discurso, vulnerables, ya que todo indica que pueden ser exprés: los deportan y vuelven.
7. A propósito de pactos y del anuncio de la nueva ola de reformas anunciadas, las saludamos. Recordamos que 12 o 14 reformas fueron sometidas al CES en pasados años ninguna de las cuales ha culminado exitosamente y sobre lo cual el presidente no rindió cuenta no obstante ser algunas tremendamente neurálgicas, como es el caso de la seguridad social que tanto incide en la salud.
8. Nos preguntamos si los temores de inseguridad ciudadana que prima en la población, por la poca efectividad de las tantas reformas policiales anunciadas, quedará satisfecha con la información sobre cuadrantes implementados lo que parece constituir la espina dorsal de la nueva reforma policial
9. No entendemos como ante tantos proyectos energéticos la energía sigue siendo mala y cara; ante tantos proyectos de transporte predomina un sistema estresante y caro para los dominicanos y las familias por el tiempo perdido, consumo de combustibles, etc. Soluciones integrales de energía y transporte lucen ausentes en la mentalidad gubernamental.
10. Consideramos que los estrategas del gobierno deben afinar sus lápices en los discursos presidenciales, evitando la autoexaltación y procurando originalidad. Escuchar del presidente Abinader expresiones como la de “Nunca antes…se había hecho tanto”, solo le faltó agregarle “en tan poco tiempo” para replicar la consigna de autoproclamación de éxito del primer gobierno del PLD.