Reforma Fiscal podría aumentar el precio de bebidas no alcohólicas entre un 25 % y 50 %, advierte la industria

Santo Domingo, 14 de agosto – La industria de bebidas no alcohólicas de la República Dominicana se ha consolidado como uno de los sectores económicos más importantes, aportando aproximadamente 15,000 millones de pesos anuales al fisco.

De esa suma, un 33.3 % corresponde al pago del Impuesto sobre Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios (Itbis), que las empresas del sector generan a través de sus compras a proveedores locales. Este sector también es un pilar clave en la generación de empleo, con un estimado de 60,000 empleos directos en el segmento comercial.

Sin embargo, este panorama podría verse alterado por la reforma fiscal planteada por el gobierno, que tiene como objetivo recaudar 3,299.1 millones de pesos adicionales mediante el aumento de impuestos a las bebidas no alcohólicas con azúcar añadida.

La Asociación de Industrias de Bebidas No Alcohólicas de la República Dominicana (Asibenas) expresó su preocupación ante esta medida, advirtiendo que un incremento en los impuestos de este tipo podría elevar el precio de productos esenciales como refrescos, jugos, maltas y agua embotellada entre un 25 % y un 50 %.

Nicol Valerio, directora ejecutiva de Asibenas, explicó que, si bien el sector está de acuerdo con la necesidad de una reforma fiscal, el aumento propuesto en los impuestos a las bebidas no alcohólicas afectaría de manera significativa a los consumidores, en especial a aquellos de menores ingresos.

Valerio subrayó que los empresarios están dispuestos a participar en las vistas públicas del proyecto de ley de Modernización Fiscal, con el objetivo de exponer cómo esta medida impactaría negativamente tanto a los consumidores como a las empresas del sector.

El gobierno sostiene que el aumento de impuestos está diseñado para mejorar la recaudación tributaria, pero según Valerio, entre las 13 empresas que forman parte de Asibenas ya aportan 5,411 millones de pesos en impuestos directos.

Añadir 3,000 millones de pesos adicionales representaría un aumento del 60 % en la carga tributaria del sector, lo que pondría a la industria en una situación competitiva desfavorable y limitaría sus posibilidades de crecimiento.

Uno de los aspectos más preocupantes para el sector es el efecto en los colmados, que son los principales distribuidores de bebidas no alcohólicas en el país. Según datos de Asibenas, el 90 % de los productos de esta industria se venden a través de colmados, los cuales suman alrededor de 80,000 en todo el territorio nacional.

Los productos de bajo costo, como refrescos y jugos, son comprados mayormente por personas de escasos recursos que destinan menos de 50 pesos diarios para sus meriendas, por lo que cualquier incremento en el precio tendría un impacto directo en sus bolsillos.

El Caso Regional: Experiencias en México y Colombia

Valerio y otros voceros de Asibenas han puesto como ejemplo lo que ha ocurrido en otros países de la región que implementaron medidas fiscales similares. En México, tras la implementación de un impuesto similar, el 63.7 % de los ingresos fiscales por este concepto provino de hogares de bajos recursos. En Colombia, la situación fue parecida, ya que el 49 % del impuesto recaudado lo pagó la población de menores ingresos.

Estos ejemplos ilustran cómo un impuesto que inicialmente busca mejorar la salud pública mediante la reducción del consumo de azúcar puede tener efectos económicos negativos sobre las familias más vulnerables.

Los voceros de la industria reiteraron que su intención no es oponerse al impuesto en sí, sino más bien crear conciencia sobre las consecuencias no deseadas que podría traer su aplicación en la República Dominicana.

A pesar de las preocupaciones actuales, el sector de bebidas no alcohólicas ha sido un motor clave para la economía dominicana. De acuerdo con las cifras presentadas por Asibenas, esta industria no solo genera miles de empleos directos, sino que también contribuye significativamente a la economía local a través de salarios, valor agregado y compras a proveedores nacionales.

Entre los principales aportes del sector destacan los siguientes:

  • Generación de 63,190 empleos directos.
  • Pago de salarios anuales que ascienden a 19,363 millones de pesos.
  • Valor agregado de 55,896 millones de pesos.
  • Compras locales de bienes y servicios por un valor de 24,317 millones de pesos, de los cuales el 60.7 % corresponde a bienes manufacturados localmente y el 39.3 % a servicios.
  • El 90 % del comercio del sector se realiza a través de colmados y supermercados, mientras que el 10 % restante ocurre en hoteles, bares y restaurantes.

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