Relevancia de la Carta Democrática Interamericana

Por Rommel Santos Díaz

La Carta Democrática Interamericana  simboliza no solo la voluntad de los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos por promover y proteger conjuntamente la democracia  en  la región de América Latina y el Caribe, sino además culmina un proceso de trabajo que en sí mismo es un verdadero ejercicio  democrático.

La Carta Democrática Interamericana  es un documento de gran riqueza y coherencia, es un documento   que marca  una etapa de significativa relevancia  para la Organización de los Estados Americanos en el presente  Siglo XXI.

La Carta Democrática Interamericana es un instrumento de la mayor importancia. En primer lugar, nos presenta  una definición de democracia sumamente completa, que junto con sus elementos tradicionales, como son el estado de derecho y la celebración de elecciones periódicas.

En otro orden, ese  valioso  instrumento de la democracia, también incorpora componentes novedosos  como la lucha contra la pobreza, la equidad de género, el respeto a la diversidad étnica y cultural y  los derechos de los trabajadores.

La importancia de la educación como un medio eficaz para construir la democracia, la protección del medio ambiente, y la subordinación constitucional de todas las instituciones del Estado  a la autoridad civil legalmente constituida, son de los grandes  pilares de la Carta Democrática Interamericana.

Sobre todo, es de particular importancia que esta Carta Democrática le dedique capítulos completos  tanto a los derechos humanos como al desarrollo integral y la lucha contra la pobreza. Porque en realidad la democracia es sencillamente un sistema de gobierno y una forma de convivencia social – un simple medio- al servicio de un fin último, que es el bienestar de los seres humanos.

En nuestra opinión nunca debemos perder de vista que la democracia está al servicio de las personas, y que, precisamente,  la democracia es el sistema de gobierno que permite un mejor disfrute y protección de los derechos humanos.

La Carta Democrática Interamericana reafirma en su preámbulo y en sus artículos la importancia  que tiene el continuo desarrollo y fortalecimiento del sistema interamericano de derechos humanos para la consolidación de la democracia, y la voluntad de los Estados Miembros de trabajar por esta meta.

Un Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos efectivo  constituye el objetivo por el que todos los Estados Miembros deben trabajar para la mejor garantía de que  los millones de americanos  puedan disfrutar las democracias  en la región  funcionalmente adecuada.

La democracia es un medio para un fin ulterior que es el bienestar de las personas, el Estado y el Gobierno son construcciones que igualmente deben estar al servicio de los ciudadanos. Por consiguiente, cuando el orden democrático en un país se altera, y los derechos humanos de los ciudadanos se ven afectados, el principio de soberanía  estatal debe ceder ante el interés de la comunidad internacional de proteger a las personas. Y esta es precisamente la principal virtud de la Carta Democrática Interamericana: establecer mecanismos para la tutela colectiva de la democracia en el Hemisferio.

La Carta Democrática Interamericana significa un avance sustantivo en la defensa colectiva del bienestar de los ciudadanos al brindarnos una definición más amplia de la democracia. Esto permitirá  a la colectividad de los Estados americanos, por lo tanto, reaccionar ante atentados contra la democracia que van más allá del tradicional golpe de estado, tal como es establecido actualmente en la Carta de la OEA y en otros instrumentos sobre la materia.

La Carta Democrática Interamericana es, en resumen, una proclama de los Estados americanos de que la democracia importa, y de que la OEA, se prepara para responder adecuadamente a los nuevos retos de los tiempos.

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