Renuncian candidatos de Fuerza del Pueblo para unirse al Partido Revolucionario Moderno
Santo Domingo, 9 de abril – En un movimiento que refleja los desafíos enfrentados por las organizaciones de oposición en la República Dominicana, los candidatos a senadores del partido Fuerza del Pueblo (FP) en San José de Ocoa, José del Castillo, y en Samaná, John Anderson, presentaron su renuncia a dicha organización para juramentarse en el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Este cambio político se suma a una serie de movimientos similares que han ocurrido desde las elecciones del 18 de febrero, en las cuales el PRM logró juramentar a 35 alcaldes de la oposición, 45 directores de distrito y 15 diputados.
La tendencia de cambios políticos continuó tras las elecciones municipales, con la renuncia del alcalde saliente y excandidato de la FP, Carlos Guzmán, así como la dimisión del alcalde electo de Pedro Brand, Ramón Pascual Gómez.
Las renuncias y cambios de afiliación política han generado preocupación en la oposición, al punto de que una comisión se trasladó a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) para presentar quejas sobre las elecciones, incluyendo la presunta «compra» de dirigentes por parte del PRM.
No solo Fuerza del Pueblo ha experimentado estos cambios; del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) también han dimitido varios miembros destacados, como el alcalde Fernando Emilio Fernández y la diputada María Mercedes Fernández.
Estas renuncias han generado problemas para ambas organizaciones, tanto en la presentación de candidaturas en elecciones municipales como en las congresuales.
El expresidente Danilo Medina, líder del PLD, ha expresado su postura sobre estos movimientos, señalando que «el que se quiera ir que se vaya» y advirtiendo que «quien se vende no sirve para nadie».
Por su parte, el líder de Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández, ha criticado al partido de gobierno por lo que él describe como un plan de cooptación de dirigentes de la oposición, afirmando que este proceso debilita a la oposición y fortalece al partido en el poder.
Reconfiguración de los partidos políticos
La dinámica política en República Dominicana ha experimentado una reconfiguración significativa en los últimos años, particularmente con la fragmentación y división de los partidos existentes. La división del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en 2019, consecuencia de desacuerdos internos, ha acelerado este proceso de cambio.
La creación de nuevos partidos como la Fuerza del Pueblo (FP), liderada por Leonel Fernández, ha marcado una tendencia en la escena política dominicana. La FP ha reclutado principalmente a dirigentes que abandonaron el PLD debido a discrepancias con el sector liderado por Danilo Medina. Este éxodo incluye a legisladores y alcaldes electos originalmente bajo la bandera del PLD.
Otro partido surgido de las filas del PLD es el Partido Justicia Social, liderado por Julio César Valentín. Esta organización ha sido receptora de varios dirigentes que han renunciado al PLD, como el alcalde electo de Azua, Rafael Hidalgo, y el diputado de Santiago, Víctor Suárez, quienes se han aliado con el Partido Revolucionario Moderno (PRM).
El PLD ha sido la formación más afectada por estos movimientos, ya que enfrenta la pérdida de dirigentes hacia múltiples partidos rivales, incluyendo la FP, el PRM y Justicia Social.
Las renuncias de dirigentes políticos han generado intensos debates en las redes sociales, especialmente en el contexto de la campaña electoral. Un ejemplo reciente es el caso de Carlos Guzmán, quien acusó públicamente de supuesta compra de dirigentes al partido oficialista. La alcaldesa electa de Santo Domingo Norte, Betty Gerónimo, también ha participado en estas discusiones, emitiendo un mensaje en sus redes sociales que ha sido interpretado como una crítica al alcalde renunciante de la FP.
En medio de este panorama, el presidente y candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas, ha expresado su rechazo a la supuesta compra de dirigentes de la oposición, señalando que refleja el temor del gobierno y del PRM al creciente malestar de la población por temas como la carestía de la vida y la inseguridad ciudadana.
Con datos de El Caribe