República Dominicana defiende deportaciones y rechaza acusaciones de racismo en la relación migratoria con Haití

Santo Domingo, 18 de octubre – El Ministerio de Relaciones Exteriores de República Dominicana (MIREX) reafirmó su firme rechazo a las acusaciones emitidas por las autoridades haitianas, las cuales sostienen que las deportaciones de inmigrantes indocumentados en territorio dominicano tienen un «componente racista».

En una declaración emitida por la Cancillería, el Gobierno dominicano dejó claro que estas acusaciones no solo son infundadas, sino que desvían la atención de la grave crisis interna que afecta a Haití.

Según la Cancillería, esta declaración marca otro capítulo en las ya tensas relaciones entre ambos países que comparten la isla de La Hispaniola. La nota diplomática subraya que el vínculo entre República Dominicana y Haití ha estado históricamente marcado por diferencias sociales, económicas y políticas, lo que ha complicado la convivencia y la gestión migratoria.

A lo largo de las últimas décadas, la Cancillería recordó que Haití ha enfrentado profundas crisis que han desatado olas migratorias hacia República Dominicana. Estas crisis han generado tensiones sobre la gobernanza migratoria, la soberanía territorial y el respeto a los derechos humanos, pero la República Dominicana ha mantenido su postura de respeto a los acuerdos bilaterales y a los estándares internacionales.

La administración del presidente Luis Abinader, a través del MIREX, ha sido enfática en su postura de rechazar categóricamente las acusaciones de racismo. La Cancillería aclaró que las deportaciones se llevan a cabo conforme al derecho nacional e internacional, especialmente bajo el Protocolo de Entendimiento sobre los Mecanismos de Repatriación que fue firmado entre República Dominicana y Haití en 1999. El gobierno insiste en que el cumplimiento de este protocolo es una muestra del compromiso con la regulación de la migración y la cooperación bilateral.

La Cancillería enfatizó que esta política de deportación responde a la presión económica que la inmigración irregular ha puesto sobre los servicios públicos del país, tales como la salud y la educación. De acuerdo con la Cancillería, estos servicios se ven saturados debido al aumento en la demanda que generan los inmigrantes indocumentados, sin que el sistema pueda soportar dicha carga de manera sostenible.

Flujo migratorio desde Haití y el contexto histórico

La Cancillería dominicana señaló que las raíces del flujo migratorio desde Haití hacia la República Dominicana se remontan a varias décadas atrás, específicamente desde los años 80, cuando Haití comenzó a atravesar severas crisis económicas y políticas. Este fenómeno ha sido el resultado de la inestabilidad estructural que persiste en Haití, lo que ha obligado a muchos de sus ciudadanos a buscar oportunidades en el país vecino.

El MIREX indicó que la necesidad de los haitianos de buscar mejores condiciones laborales en un país con mayor estabilidad económica ha sido un factor constante en el aumento de la migración hacia República Dominicana.

Sin embargo, la Cancillería destacó que este proceso ha generado tensiones internas, ya que el sistema de bienestar dominicano comenzó a resentirse ante la demanda adicional de servicios públicos que impusieron estos inmigrantes, en su mayoría indocumentados y, por tanto, fuera del marco contributivo.

El Protocolo de Entendimiento de 1999

En el contexto de esta creciente migración, la Cancillería recordó que en 1999 ambos países firmaron el Protocolo de Entendimiento sobre los Mecanismos de Repatriación. Este acuerdo reconoció el derecho legítimo de la República Dominicana de repatriar a los ciudadanos haitianos indocumentados presentes en su territorio. Este protocolo sigue siendo el marco regulatorio que guía las acciones del Estado dominicano en temas migratorios.

El MIREX enfatizó que, además de reconocer este derecho, el gobierno haitiano se comprometió en ese convenio a colaborar en la reducción del flujo migratorio ilegal mediante la creación de puestos de control a lo largo de la frontera y la emisión de documentos de identidad para sus ciudadanos.

Sin embargo, la Cancillería subrayó que los esfuerzos del gobierno haitiano en esta área han sido insuficientes, lo que ha llevado a un incremento en la migración irregular.

A pesar de los compromisos asumidos por Haití, el MIREX lamenta que los esfuerzos para controlar el flujo migratorio y dotar de documentación a sus ciudadanos han sido muy limitados. Como resultado, la República Dominicana se ha visto obligada a intensificar las deportaciones masivas de haitianos indocumentados, lo cual ha sido una fuente constante de fricción entre ambos países.

La defensa diplomática de la Cancillería

En una nota diplomática emitida recientemente, el Ministerio de Relaciones Exteriores de República Dominicana defendió la legitimidad de su postura. El MIREX aseguró que las deportaciones de inmigrantes indocumentados se realizan conforme al protocolo bilateral y a la legislación migratoria interna. La nota fue enviada al cuerpo diplomático acreditado en el país para aclarar la posición dominicana ante las acusaciones de racismo provenientes de Haití.

En dicho comunicado, la Cancillería subrayó que en República Dominicana «no existe ninguna política de Estado para discriminar, promover la xenofobia ni maltratar a personas de ninguna nacionalidad». De esta manera, desmintió categóricamente cualquier insinuación de que las deportaciones tengan un carácter discriminatorio o racista.

Asimismo, la Cancillería lamentó que, en lugar de concentrarse en resolver la crisis interna que afecta a Haití, las autoridades de ese país se hayan dedicado a «acosar» a República Dominicana en foros internacionales. Según el MIREX, estas denuncias no reflejan la realidad de los esfuerzos que ha hecho el país para gestionar la migración y cumplir con sus compromisos internacionales.

Esfuerzos dominicanos para ayudar a Haití

El MIREX destacó que el esfuerzo de República Dominicana por ayudar a Haití a recuperarse de su crisis ha sido ampliamente reconocido. Sin embargo, la Cancillería subrayó que, a pesar de estos esfuerzos, ni el gobierno haitiano ni la comunidad internacional han mostrado suficiente interés en respaldar a República Dominicana en sus iniciativas para una mejor gobernanza migratoria.

La Cancillería hizo hincapié en que la presión económica que genera la inmigración irregular es insostenible para un país con los recursos limitados de República Dominicana. En ese sentido, el MIREX reiteró que la solución pasa por una mayor cooperación y compromiso por parte de Haití y de la comunidad internacional.

Presión económica sobre los servicios públicos

Uno de los principales argumentos que esgrime la Cancillería dominicana para justificar las deportaciones es el impacto que la inmigración irregular tiene sobre los servicios públicos. Según el MIREX, la presencia masiva de inmigrantes indocumentados genera una presión insostenible sobre sectores clave como la salud y la educación, servicios que son proporcionados gratuitamente a la población, incluidos los inmigrantes.

La saturación de los hospitales, la sobrecarga en el sistema educativo y el aumento de la informalidad laboral son problemas que, según el MIREX, se han intensificado debido al crecimiento descontrolado de la migración haitiana. Esta situación ha alimentado un sentimiento de frustración entre muchos dominicanos, quienes consideran que el gobierno debe priorizar el bienestar de sus ciudadanos y gestionar de manera más estricta la entrada de inmigrantes.

Plan de deportaciones masivas

El MIREX también se refirió al plan de deportaciones masivas anunciado por el gobierno dominicano el pasado 2 de octubre, que tiene como meta repatriar hasta 10,000 extranjeros indocumentados en una semana. Este plan, aunque ha sido respaldado por ciertos sectores de la sociedad dominicana, ha recibido fuertes críticas tanto a nivel nacional como internacional.

Organizaciones de derechos humanos y el propio gobierno haitiano han condenado la medida, calificándola de «discriminatoria». Haití ha acusado a República Dominicana de realizar deportaciones sin respetar los procedimientos legales y sin considerar la dignidad humana. No obstante, el MIREX ha insistido en que todas las deportaciones se llevan a cabo dentro del marco legal y con pleno respeto a los derechos humanos.

Quejas haitianas en foros internacionales

Las autoridades haitianas han llevado su queja a diversos foros internacionales, denunciando lo que consideran una política de deportación masiva que no respeta los derechos humanos. Sin embargo, la Cancillería dominicana ha reiterado que sus acciones están alineadas con el derecho internacional y responden a la necesidad de proteger la soberanía y estabilidad social de la nación.

En cuanto a las acusaciones de violación de derechos humanos, el MIREX aseguró que el gobierno dominicano está comprometido con la promoción y protección de los derechos humanos, tanto a nivel nacional como internacional. Además, subrayó que todas las denuncias relacionadas con estos temas son tomadas con gran seriedad y se investigan a fondo para garantizar que las deportaciones se realicen de manera digna.

Compromiso con la política de buena vecindad

Desde el inicio de la administración de Luis Abinader en 2020, el Ministerio de Relaciones Exteriores ha promovido una política de buena vecindad hacia Haití, sustentada en tres pilares fundamentales: el diálogo, el respeto mutuo y la solidaridad entre los dos Estados. Como parte de esta política, el presidente Abinader se reunió en enero de 2021 con su entonces homólogo haitiano, Jovenel Moïse, en la frontera entre ambos países.

Durante ese encuentro, ambos mandatarios emitieron una declaración conjunta que sentaba las bases para una cooperación más estrecha en áreas clave como la seguridad fronteriza,

Comentarios
Difundelo
Permitir Notificaciones OK No gracias