República Dominicana inicia operativo a gran escala para repatriar 10,000 haitianos indocumentados semanalmente

Santo Domingo, 4 de octubre – En un movimiento que ha generado una ola de reacciones tanto a nivel nacional como internacional, la República Dominicana ha puesto en marcha un ambicioso plan de repatriación de haitianos indocumentados, con el objetivo de deportar al menos 10,000 personas cada semana.

El director general de Migración, Vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, fue el encargado de anunciar la implementación de este operativo a gran escala, el cual involucra a múltiples organismos de seguridad del Estado y se sustenta en estrategias basadas en inteligencia militar.

El vicealmirante explicó que el operativo cuenta con el respaldo del Ejército, la Fuerza Aérea, la Fuerza de Tarea Conjunta Ciudad Tranquila (Ciutran), la Policía Nacional, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y la Procuraduría General de la República.

Según detalló, el protocolo de las repatriaciones está en proceso de finalización y se han estado evaluando las capacidades logísticas necesarias, incluidas las facilitadas por la Fuerza Aérea Dominicana para el traslado de los indocumentados.

El plan fue delineado tras una serie de reuniones del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional, presididas por el ministro de Defensa, Carlos Antonio Fernández Onofre. A partir de estas discusiones, se han movilizado a las distintas autoridades responsables para comenzar la ejecución del plan de deportaciones masivas.

De acuerdo con Lee Ballester, las operaciones se están fortaleciendo día a día, con un énfasis particular en las actualizaciones de inteligencia que guían las acciones en el terreno.

«Estamos desplegando un operativo a gran escala», declaró Lee Ballester, subrayando que las Fuerzas Armadas y los organismos de seguridad están preparados para incrementar su capacidad operativa en la medida que avance el proceso.

«Iniciamos ayer mismo, pero hoy veremos una movilización mayor de nuestras capacidades. Estamos trabajando estrechamente con el Ministerio Público para asegurar que todo se desarrolle conforme a la ley y en coordinación total», añadió.

Operativo extendido en diversas zonas del Gran Santo Domingo

Los esfuerzos de deportación comenzaron en diversas áreas del Gran Santo Domingo, incluidas zonas vulnerables como Villa Duarte, Villas Agrícolas, Villa Consuelo, San Carlos, Los Frailes, Brisa del Este, El Almirante, San Luis y Villa Mella, entre otras.

Estas zonas, con una alta concentración de inmigrantes haitianos indocumentados, han sido el foco inicial del operativo. Los indocumentados detenidos en estas áreas serán trasladados a centros de acogida habilitados en Benedicto, Haina, Dajabón y otros puntos fronterizos, donde se llevará a cabo su registro antes de ser deportados.

El proceso de repatriación sigue un protocolo riguroso que implica la verificación de documentos. Aquellos que no puedan demostrar su estatus legal en el país serán procesados y deportados a través de los puntos fronterizos establecidos.

“El plan de repatriación está diseñado para operar de manera eficiente, basado en la capacidad instalada que tenemos en los centros de acogida y en la frontera”, aclaró Lee Ballester.

Reacciones internacionales y diplomáticas

El anuncio del operativo ha generado preocupación en el vecino Haití, cuyo gobierno ha pedido a las autoridades dominicanas que respeten los derechos humanos de los deportados. Dominique Dupuy, ministra haitiana de Exteriores, hizo un llamado público al gobierno dominicano a través de un mensaje en la red social X, instando a respetar «los derechos inalienables de cada niño, cada mujer y cada hombre» afectados por las deportaciones masivas.

El gobierno dominicano, por su parte, ha respondido a las inquietudes de Haití a través del ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez. En una declaración formal, Álvarez aseguró que las repatriaciones se llevarán a cabo «conforme a las normas internacionales», y que se respetará «la dignidad de las personas» durante todo el proceso.

Álvarez también subrayó que la cifra de 10,000 deportaciones por semana se basó en «experiencias previas y capacidades logísticas», y no fue tomada a la ligera.

“El gobierno dominicano ha estado trabajando para garantizar que los derechos de todos sean respetados durante este proceso”, afirmó Álvarez, quien agregó que se están tomando las medidas necesarias para cumplir con los protocolos internacionales de derechos humanos.

A pesar de las garantías ofrecidas, la decisión de intensificar las deportaciones ha generado tensión entre ambos países, que comparten una frontera extensa y a menudo conflictiva.

Impacto en la Economía y la Sociedad

El anuncio de las repatriaciones masivas ya está teniendo efectos visibles en la vida diaria del país. Ayer se pudo observar una disminución notable de la presencia de haitianos en varias áreas del Gran Santo Domingo, particularmente en lugares donde suelen concentrarse trabajadores de la construcción y vendedores ambulantes.

En los grandes proyectos de construcción que dependen de mano de obra haitiana, muchos trabajadores no se presentaron a sus puestos, lo que los dominicanos atribuyen al temor generalizado de ser detenidos y deportados.

En una escena emblemática de este nuevo clima de incertidumbre, una familia haitiana fue vista buscando refugio en una casa abandonada en la avenida Sarasota, tratando de evitar ser descubierta por las autoridades. Asimismo, en otras partes de la ciudad, la tradicional presencia de vendedores ambulantes haitianos se redujo drásticamente.

Obreros dominicanos que trabajan en las mismas obras afirmaron que la disminución de la mano de obra haitiana ya está afectando el progreso de los proyectos, y señalaron que muchos de sus compañeros inmigrantes simplemente prefirieron no arriesgarse a salir a la calle por miedo a ser detenidos.

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