República Dominicana presenta riesgos fronterizos debido a “canal ilegal” haitiano; solicita intervención de la OEA
Santo Domingo, 12 octubre – El ministro de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, Roberto Álvarez, presentó ante el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) una preocupante situación que involucra la construcción ilegal de un canal haitiano en el río Dajabón-Masacre, planteando riesgos significativos para las zonas fronterizas de ambos países que comparten la isla, República Dominicana y Haití.
Álvarez destacó que la construcción del canal haitiano es un asunto que amenaza con consecuencias devastadoras. Después de explicar las razones que hacen que esta construcción sea ilegal, el canciller tuvo que enfatizar que esta obra podría inundar la planta binacional de capital dominicano CODEVI, ubicada a escasos 200 metros del canal, la cual emplea a aproximadamente 19,000 trabajadores haitianos.
Además, se encuentra en riesgo un total de 880 hectáreas de tierra cultivable en territorio dominicano y 628 hectáreas en territorio haitiano. Estas tierras son vitales para 266 agricultores dominicanos y 125 agricultores haitianos en ambos lados de la frontera.
El canciller Álvarez expresó su preocupación por la respuesta de Haití a esta situación, ya que el embajador de Haití ante la OEA afirmó que no se detendrán las obras del canal.
Roberto Álvarez calificó esta actitud como «irracional e inaceptable». Además, señaló las amenazas que plantea el dique que Haití construiría en el canal para su funcionamiento. Afirmó que no comprende cómo un Estado responsable no buscaría resolver este problema de manera diplomática y tildó la actitud de Haití de «irresponsable».
El canciller dejó constancia del interés del Gobierno dominicano en encontrar una solución justa y equitativa a esta problemática y advirtió a las autoridades haitianas de su responsabilidad si la construcción del canal causa una tragedia.
El ministro de Relaciones Exteriores destacó que la obra que se está construyendo en Haití no es un simple canal de riego, como se ha alegado, sino un canal de trasvase. Esta construcción viola el Tratado de Paz y Amistad Perpetua y Arbitraje de 1929, que prohíbe la alteración de las corrientes de los ríos que comparten ambos países.
Álvarez también instó al secretario general de la OEA, Luis Almagro, a actuar con rapidez para abordar esta situación, involucrando a los técnicos de la Secretaría y expertos del Banco Interamericano de Desarrollo.
En su presentación ante el Consejo Permanente, el canciller resaltó que las medidas tomadas por el Gobierno dominicano en la frontera en respuesta a esta situación son legítimas y buscan abrir espacios políticos y diplomáticos para resolver el asunto en beneficio de ambas naciones.
Álvarez enfatizó la disposición de la República Dominicana al diálogo y al uso de vías diplomáticas. El Gobierno celebra que las autoridades haitianas hayan aceptado la propuesta de mediación del secretario general de la OEA. El interés dominicano se centra en el uso equitativo de las aguas transfronterizas, la prevención de desastres naturales y la conservación de un ecosistema vital para una importante área agrícola.
