Ressa espera recibir permiso de la justicia filipina para recoger el Nobel
Bangkok, 22 nov (EFE).- La periodista filipina María Ressa, que se enfrenta a varios procesos judiciales en Filipinas, afirmó este lunes que espera que la justicia de su país le permita ir a recoger el Premio Nobel de la Paz 2021 en la ceremonia que tendrá lugar en Oslo el próximo 10 de diciembre.
En una videoconferencia desde Estados Unidos junto a alguno de sus abogados, Ressa celebró haber recibido permiso por la justicia filipina para viajar a Boston, donde llegó hace tres semanas para participar en un curso en la Universidad de Harvard.
«En primer lugar, nunca deberían haberme negado el derecho a viajar», señaló Ressa, que agregó que volverá pronto a Filipinas a seguir con su trabajo periodístico en Rappler, el medio que ella fundó, y descartó la posibilidad de exiliarse ante la persecución judicial en su país.
«El exilio no es una opción. Soy filipina. Rappler cumplirá 10 años en enero (…) Estamos en un momento crucial, creo que los periodistas sienten que, especialmente los filipinos, que nuestro trabajo ahora determinará nuestro futuro», manifestó la periodista a un reducido grupo de medios internacionales.
Ressa señaló que no ha percibido ningún cambio en las autoridades filipinas desde que se anunció que había ganado el Nobel de la Paz el pasado octubre y afirmó que los filipinos tienen la oportunidad de mejorar la situación en el país en las próximas elecciones presidenciales en mayo de 2022.
Al mismo tiempo, alertó de que no se puede tener unas elecciones transparentes y libres sin la «integridad de los hechos», lo que en su opinión depende de las redes sociales y sus políticas contra la desinformación y las noticias falsas.
María Ressa fue reconocida con el Nobel de la Paz 2021, junto con el reportero ruso Dmitri Murátov, por su esfuerzo «para salvaguardar la libertad de expresión» en sus países.
La periodista, que se enfrenta a seis casos criminales por presunta evasión de impuestos y vulneración de las leyes de propiedad de los medios, fue condenada en junio 2020 por ciberdifamación por un tribunal filipino.
Por este caso se enfrenta a una pena de hasta 6 años de cárcel, aunque se encuentra en proceso de apelación, pena que puede ascender a varias décadas si es declarada culpable de los otros cargos financieros.
Ressa está sometida a una campaña de persecución judicial desde que empezó a investigar la guerra contra las drogas emprendida en 2016 por el presidente filipino, Rodrigo Duterte, y su lucha contra la desinformación y las noticias falsas.