Retos de los partidos políticos en el 2025

Por Euri Cabral

El sistema de partidos en nuestro país ha sido uno de los soportes del funcionamiento de la democracia y de la estabilidad política, lo que ha traído también como consecuencia, un crecimiento permanente de la economía y el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica.

Los partidos dominicanos y sus líderes principales, desde la muerte de Trujillo en 1961 hasta el momento actual, han soportado sobre sus hombros todos los momentos difíciles que hemos pasado, alternándose unos a otros, logrando superar guerras civiles (como en abril del 1965), intervenciones militares extranjeras (como la estadounidense de 1965) intentos de semi-dictaduras (como los doce primeros años de gobierno balaguerista) y crisis políticas electorales super complicadas (como las de mayo 1990 y 19

El PRD, el Partido Reformista y el PLD, fueron los actores y soportes políticos principales para cimentar la democracia dominicana desde 1961 hasta que, en el 2020, emergieron al escenario dos nuevas agrupaciones, el PRM y la Fuerza del Pueblo, desplazando a los tradicionales PRD y PRSC de la primacía electoral. Hoy día, las tres prinicipales organizaciones de nuestro sistema político-electoral son el PRM, que logró ganar las elecciones del 2024 con un 57%, la Fuerza del Pueblo que alcanzó un sólido 29% y el PLD que alcanzó un 10%.

Los tres partidos y su liderazgo, de manera conjunta y de forma individual, tienen grandes retos para ser asumidos en este año 2025, que se perfila como un año preélectora, aunque las proxímas elecciones sean dentro de tres años. El primer gran reto que deben superar es echar hacia atrás la absurda y errónea decisión del Tribunal Constitucional en la orientación de no poner condiciones ni reglas a la presentación de candidaturas independientes. Esa decisión es un irrespeto y una provocación a los partidos políticos que ha sido el verdadero soporte del funcionamiento democrático dominicano.

 Y el hecho no es impedir que de puedan presentarse candidaturas independientes, sino que las mismas deben tener las mismas regulaciones que los partidos para poder competir con ellos en igualdad de condiciones. Ante esa decisión, los tres principales partidos del país deben desarrollar una estrategia común, coordinada y efectiva para char hacia atrás ese desaguisado del Tribunal Consitucional.

En téminos individuales cada organización mayoritaria del sistema de partido dominicano tiene varios retos a enfrentar en este nuevo año. El Partido Revolucionario Moderno (PRM), un joven partido que logró a ganar de manera abrumadora las elecciones pasadas, tiene un reto doble. El primero es lograr que este nuevo período de gobierno sea favorable a la población, evitar el cúmulo de errores y desaciertos que ha mostrado en los últimos tiempos, defender la imagen y la popularidad de su presidente. Y el segundo gran reto del PRM es saber manejar con mucha inteligencia y cuidado la actuación y campaña de los más de 15 aspirantes presidenciales que tiene ese partido ante la decisión del actual presidente Luis Abinader de no modificar la constitución para optar por un nuevo período. Todo apunta que la elección se dará entre David Collado y Carolina Mejía, con amplias posibilidades de que David sea el elegido como candidato presidencial del PRM.

El caso de la Fuerza del Pueblo, entiendo que también tiene dos grandes retos. El primero es concluir sin conflictos ni fisuras importantes el proceso interno que está llevando a cabo para elegir su dirección en todos los niveles. Y el segundo, manejar con sumo cuidado y mucha inteligencia el hecho de que tiene dos grandes figuras, el ex presidente Leonel Fernández y su hijo Omar, como opciones presidenciables. Si no saben manejar esa situación, la misma podría convertirse en un serio obtstáculo para que ese partido pueda caminar con posibilidades de ganar las elecciones del 2028.

En el caso del PLD, desde mi óptica tiene también dos grandes retos para el 2025. El primero es hacer una campaña efectiva, eficaz y permanente para romper la imagen que se ha creado de que es un partido lleno de gente corrupta. Después de haber salido con tanto éxito de su X congreso, el PLD está en la obligación de fortalecerse como opción electoral y para ello debe enfrentar con valor y eficacia esa campaña de descrédito que le ha montado el gobierno del PRM usando como vmedio el ministerio público.

El otro gran reto del PLD es elegir su candidato presidencial en este año 2025, para así lograr enfrentar al PRM y a la Fuerza del Pueblo con mayores posibilidades. El PLD debe poder canalizar de manera correcta su papel opositor y tener desde ahora una figura presidencial que pueda asumir esa tarea con fortaleza, visión y criterio estratégico. Pienso que así como el PLD hizo un proceso de consulta para elegir a Abel como candidato dos años antes de las elecciones, debe hacer lo mismo en este momento para escoger esa figura presidencial. Desde mi punto de vista, de todos los que se mencionan como posibles aspirantes del PLD, quien reune las mayores condiciones y posibilidades para hacer de ese partido una opción electoral fuerte y con perspectivas de triunfo en el 2028, es Francisco Javier García. Ojalá el PLD se aboque a elegirlo y con él,  prepare desde ahora una clara estrategia opositora que le permite volver a convertirse en una opción confiable y esperanzadora para el electora nacional.

Euri Cabral

Economista y Comunicador

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