Retos y perspectivas del merengue
Por Euri Cabral
El merengue es, sin ninguna duda, el ritmo más importante y de mayor trascedencia de la República Dominicana. Su presencia y su permanencia no tienen discusión. Sin embargo, en los actuales momentos vive una difícil situación provocada por el profundo cambio que le ha dado la tecnología al mundo de la música y del espectacúlo en general.
En mi más reciente libro, “La historia del merengue”, editado por la Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE) y Señales TV, le dedicó un capítulo especial a esa situación que vive el merengue en los actuales momentos. Desde mi punto de vista, los grandes retos que tiene el merengue en los actuales momentos van en la línea de saber renovarse más, de lograr que surgan nuevas figuras que lleguen a la gente, de poder conectar con las nuevas generaciones de nativos digitales, de poder competir en términos comerciales con los otros ritmos que, sin grandes contenidos ni calidad musical, hoy copan la popularidad en los jóvenes y dominan las redes sociales.
Al merengue ningún otro ritmo lo va a sacar del corazón de los dominicanos y dominicanas. Ya es parte de la cultura y del sentir de la dominicanidad. No hay una sola fiesta en el país donde no se toque merengue. Pero no puede dejarse desplazar de lo que la gente quiere hoy, no puede ser cultivado solo por artistas que ya tienen varias décadas de presencia y de éxito. Se debe trabajar con las jóvenes generaciones para que ellos puedan darle continuidad al legado de quienes han sembrado buenos y sabrosos merengues que ya son parte de la esencia dominicana.
El merengue sigue siendo un producto comercial importante en nuestra nación. Sigue siendo una gran industria que produce muchos empleos y genera riquezas. Durante todo el año, los prinicipales merengueros lograr mantenerse tocando fiestas y espectácuos, unos más que otros. Y para diciembre, como se puede constatar en estos momentos, todos o casi todos los grupos merengueros tienen una gran zafra de actividades y de ingresos. Sin embargo, y a pesar de eso, el merengue ha sido desplazado de lugar principal en el mercado de la música y el espectáculo. Es necesario que como industria, los merengueros y todos los que forman parte de ella, se unifiquen y busquen opciones para poder ganar de nuevo ese mercado con mayor amplitud.
Para que el merengue logre enfrentar los retos que se le presentan y pueda seguir consolidandose, en el libro me atrevo a hacer una serie de sugerencias que podrían servir para que nuestro ritmo nacional pueda enfrentar con éxito el momento complicado que hoy está atravesando. Esas sugerencias son las siguientes:
1ero. Los merengueros más importantes que siguen teniendo vigencia (Juan Luis Guerra, Wilfrido Vargas, Los Hermanos Rosario, Sergio Vargas, El Torito, Miriam Cruz, Eddy Herrera, Toño Rosario, entre otros) , deberían ponerse de acuerdo y crear una empresa comercial apoyada por todos, que pueda promocionar nuevos talentos del merengue que conecten con la nueva visión digital de la música y del negocio, hacer casting para buscarlos, hacer concursos, hacer espectáculos donde se combinen los artistas nuevos con lo experimentados, grabar y promover a esos nuevos talentos, y con todo eso, lograr que esas nuevas figuras merengueros puedan rescatar e impulsar el legado que ha sido sembrado por ellos.
2do.- Esos mismos merengueros, o una parte de ellos, deberían crear una empresa especial para impulsar el merengue en todas las redes sociales y en todos los medios digitales de promoción, con un plan agresivo que le permita también competir dignamente con los demás ritmos que copan esos medios. Deben hacer el esfuerzo para adquirir emisoras y destinarlas solo a tocar los temas merengue y sus informaciones. Deben también lograr que una o varias de las emisoras más importantes del país dediquen su contenido completo a difundir música, entrevistas, espectáculos y todo lo que ayude a que el ritmo dominicano se sienta y penetre más en la población.
3ero.- Los merengueros más importantes deben unirse para solicitar al gobierno dominicano que cree el Instituto del Merengue, un organismo oficial que se encarge de realizar acciones para garantizar la presencia y difusión del merengue en el país, y en las ciudades del exterior donde hay comunidades dominicanas. Este instituto debe garantizar que en los medios de comunicación del Estado dominicano se difunda de forma permanente nuestra música nacional y, tal vez lo más importante, debe garantizar junto con el ministerio de Educación, que en todas las escuelas y colegios de la nación se den clases de merengue, tanto de su historia como ritmo, como de su forma de bailarlo.
4to.- El Instituto del Merengue, junto con todos los merengueros, promotores, empresarios y empresas afines, debe garantizar que durante la cuarta semana de noviembre de cada año, cuando se celebra el Día del Merengue, se desarrollen múltiples actividades de importancia en la mayor parte de las provincias del país, con presentaciones especiales, concursos, bailes populares, en fin, todo lo que apuntale al ritmo nacional, y más popular, de la República Dominicana.