Rusia intenta reinar en la confusión internacional con su mayor ofensiva en el Donbás
Moscú/Kiev, 28 octubre.- Rusia intenta aprovechar la división que ha provocado en la comunidad internacional la guerra entre Israel y Hamás, así como el bloqueo de algunos países europeos al suministro de armamento a Ucrania, con su mayor ofensiva militar en el corazón del Donbás.
Según informó el sábado el Estado Mayor ucraniano, las tropas rusas siguen intentando avanzar por todos los medios hacia la estratégica localidad de Avdivka, situada a escasos kilómetros de la ciudad de Donetsk, aunque a costa de las mayores pérdidas en tanques y blindados desde el comienzo de la contienda hace más de 20 meses.
La primera gran oleada motorizada rusa en las afueras de Donetsk comenzó a mediados de octubre, justo después del brutal ataque del grupo islamista Hamás contra Israel.
Ofensiva total, resultados insuficientes
Rusia, que apenas ha conquistado un bastión ucraniano (el Grupo Wagner tomó en mayo Bajmut) desde mediados de 2022, tiene entre ceja y ceja hacerse con el pleno control del Donbás. Para ello, debe tomar primero Avdivka.
Expertos rusos y extranjeros coinciden en que las tropas rusas efectivamente han avanzado a lo largo de la zona más militarizada de Ucrania, pero las ganancias territoriales no son por el momento muy significativas.
Calculan que los rusos han logrado reducir en las últimas semanas de nueve a siete kilómetros el corredor por el que las tropas ucranianas reciben refuerzos y suministros.
El grupo operativo Tavria del Ejército ucraniano informó hoy de que Rusia no cejó en las últimas 24 horas de intentar “rodear” Avdivka, pero a costa de numerosas bajas. Kiev estimó en 529 las bajas en los quince ataques efectuados por el enemigo en Donetsk.
Kiev espera un último intento desesperado ruso con caballería motorizada antes de que la lluvia y la nieve conviertan en intransitables los caminos del este de Ucrania.
Miles de bajas rusas y cientos de blindados inutilizados
Después de muchas especulaciones, el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umérov, puso hoy el punto sobre las íes de las pérdidas sufridas por los rusos en la batalla por Avdivka en conversación telefónica con el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin.
“Informó sobre las bajas del enemigo en estos mismos minutos en la zona de Avdivka: aproximadamente 4.000 soldados”, señala el comunicado del Ministerio de Defensa.
A esto habría que sumar los más de 400 vehículos -desde tanques a blindados- inutilizados, casi cuatro veces más que lo que Moscú perdió a principios de año en el fallido asalto contra Vugledar.
En una demostración de la desesperación rusa, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, denunció que Moscú estaría ejecutando sumariamente a los soldados que desobedecen las órdenes.
A esto hay que sumar las informaciones de la prensa rusa sobre que Rusia habría reclutado prisioneros de guerra ucranianos para combatir en el país vecino, lo que sería una violación de la Convención de Ginebra.
Rusia encuentra aliados
El Kremlin ha logrado sumar un nuevo aliado a su causa. Es el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, quien dijo no creer en la solución militar al conflicto y rechazó las sanciones contra el sector energético ruso.
Además, no dudó en calificar a Ucrania como “uno de los países más corruptos del mundo” como argumento para bloquear la ayuda militar de la Unión Europea, estimada en 50.000 millones de euros en los próximos cuatro años (2024-27).
En la misma línea, el primer ministro húngaro, Víctor Orbán, abogó por un alto el fuego, aduciendo que Ucrania es incapaz de lograr la victoria “en el campo de batalla”.
Seguidamente, se mostró “orgulloso” de sus contactos en aras de la paz con el presidente ruso, Vladímir Putin y bloqueó el último desembolso comunitario de 500 millones de euros en armas.
Con todo, Alemania envió a Kiev sistemas de defensa antiaérea IRIS-T y misiles antiaéreos MARS II; mientras Dinamarca anunció un enorme paquete de asistencia militar con tanques T-72, blindados, munición, armas de asalto y drones por valor de 520 millones de euros.
Y el Pentágono estadounidense también disipó las dudas al adelantar otros 150 millones de dólares en ayuda que incluye una nueva batería antiaérea Patriot, doce sistemas de misiles NASAMS, 31 tanques Abrams y 20 helicópteros Mi-17.
De hecho, Umérov también agradeció hoy a Austin el reciente suministro de los misiles de largo alcance ATACMS, cuatro de los cuales habrían sido interceptados por el ejército ruso, según informó el sábado Moscú en su último parte de guerra.
“La continuación del suministro de ATACMS permitirá golpear las infraestructuras militares y los puestos de mando en la retaguardia profunda del enemigo en los territorios ucranianos ocupados”, señala la nota castrense.