Rusia mantiene la presión militar en la frontera con Ucrania
Moscú, 20 ene (EFE).- Rusia mantiene la presión militar en la frontera con Ucrania con el despliegue de nuevas tropas en Bielorrusia y el anuncio de las mayores maniobras navales de su historia, en víspera de una nueva ronda de negociaciones entre Moscú y Washington sobre la seguridad en Europa.
Unidades de infantería de marina llegaron hoy con su armamento habitual y su equipamiento invernal a Minsk donde fueron recibidas «con pan y sal, y el sonido de una orquesta militar», según informó el Ministerio de Defensa.
El Kremlin respondió a las advertencias del presidente de EEUU, Joe Biden, sobre que una posible invasión de Ucrania sería un «desastre» para Rusia, con la movilización de más tropas en ejercicios a gran escala.
Moscú, que concentra más de cien mil soldados en la frontera ucraniana y podría «duplicar» esa cifra en «muy poco tiempo», según Washington, mantiene que los ejercicios en su territorio o el de su aliado no son sinónimo de una escalada militar.
TROPAS SIBERIANAS EN BIELORRUSIA
Además de los soldados, todos procedentes de guarniciones de Siberia y el Lejano Oriente ruso, llegaron en tren a Bielorrusia tanques, vehículos blindados y camiones de transporte militar.
Algunas de esas unidades, según fuentes independientes, combatieron en el Donbás en 2014 y 2015 en las batallas que inclinaron la balanza en favor de las milicias prorrusas.
Según el equipo de investigación Conflict Intelligence Team (CIT), dichas tropas se encontrarían ahora a unas pocas decenas de kilómetros de la frontera ucraniana.
En los ejercicios de las fuerzas de reacción rápida «Determinación aliada-2022» en territorio bielorruso participan también una docena de cazas Su-35 y dos divisiones de sistemas antimisiles de largo alcance S-400.
MAYORES MANIOBRAS NAVALES DE LA HISTORIA
Mientras, la Armada rusa anunció hoy maniobras a gran escala «en todas las zonas de responsabilidad de la flota» con la participación de más de 140 buques, 60 aviones y casi 10.000 soldados.
«La última vez que hubo unos ejercicios tan grandes fue en la época soviética», dijo el almirante Víctor Kravchenko, comandante en jefe de la Armada rusa.
Los buques y aviones rusos se ejercitarán tanto en las aguas territoriales como en las internacionales, y también se llevarán a cabo maniobras separadas desde el mar Mediterráneo al del Norte y Ojotsk, al Océano Pacífico y la parte nororiental del Atlántico.
Al respecto, seis grandes buques de desembarco de las flotas rusas del Norte y el Báltico ya han partido desde el puerto de Baltisk (en el enclave ruso de Kaliningrado) rumbo al Mediterráneo.
REARME ALIADO EN UCRANIA
La Casa Blanca respondió dando luz verde a las tres repúblicas bálticas, miembros de la OTAN y aliados de Ucrania, para que suministren a Kiev misiles antiblindaje y antiaéreos fabricados en EEUU, según el periódico estadounidense Politico.
La Administración Biden también procederá en los próximos días al envío a Ucrania de misiles, municiones y otros equipos por valor de 200 millones de dólares.
Moscú llamó hoy a Occidente tanto a poner fin a la «campaña antirrusa» de especulaciones sobre un inminente ataque ruso a Ucrania como al suministro de armas occidentales.
«Desde hace varios días Reino Unido envía armamento a Ucrania en aviones de transporte militar de sus Fuerzas Aéreas. Ya es completamente evidente que se han realizado no menos de seis vuelos y cada avión puede transportar hasta 77,5 toneladas de carga, es decir, en torno a 460 toneladas de armamento», denunció la portavoz rusa de Exteriores, María Zajárova.
La diplomática rusa agregó que solo en los últimos meses Estados Unidos ha enviado a Ucrania 30 sistemas antitanque Javelin y 180 misiles.
«En Ucrania ven esta ayuda como una carta blanca para llevar a cabo una operación militar en el Donbás. Instamos a los países occidentales a parar la agresiva campaña de información antirrusa, parar la militarización de Ucrania y de arrastrarla a la OTAN», dijo.
SIN PÁNICO Y CON SANCIONES
Tras reunirse ayer, miércoles, con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se dirigió a la nación, a la que pidió que no caiga «presa del pánico».
«¿Acaso no es esa la realidad desde hace ocho años? ¿Acaso la invasión no comenzó en 2014? ¿Acaso la amenaza de guerra surgió sólo ahora? Estos riesgos no existen un día y ahora no son mayores, simplemente hay más expectación», aseguró, en alusión a la anexión rusa de Crimea y el inicio del conflicto en el Donbás.
Y agregó: «Ucrania no quiere la guerra, pero está siempre preparada para ella».
Al mismo tiempo, sigue apostando por la diplomacia como medio de evitar el conflicto y, de hecho, hoy viajó a Polonia.
Zelenski ha pedido a Occidente que no espere a la invasión para imponer sanciones al Kremlin y ha subrayado que deben ser impuestas «ahora», ya que las que se apliquen cuando comiencen las hostilidades no tendrán el efecto deseado.