Salud mental
Guido Gómez Mazara
Antonio Zaglul, tanto en su ejercicio profesional como la producción académica, contribuyó con sacar a la luz pública una mirada responsable sobre la salud mental y su abordaje en lo relativo al tratamiento y estigma de la sociedad a los pacientes y/o afectados por desequilibrios conductuales.
Lamentablemente, las personas que padecen algún trastorno asociado a la salud mental no solo sufren los estragos de la condición, sino que además deben enfrentar otros problemas como la estigmatización social, el deterioro de la calidad de vida, el irrespeto de quienes no entienden la problemática y los altos costos de los tratamientos. Para las familias de escasos recursos el impacto es mucho mayor, pues al no poder acceder a los servicios profesionales existe una tendencia a ocultar al miembro de la familia del ojo público. En sectores de ingresos económicos significativos, la asistencia profesional, aquí y en otras latitudes genera mayores posibilidades de recuperación o sistematización en el tratamiento.
La evolución de los estudios y sensibilización sobre la salud mental encontraron en reconocidos profesionales del área una excelente vía para que a través de los medios de comunicación se desmitifique el fenómeno y abran las compuertas para la toma de conciencia de lo importante que resulta un incremento de los recursos públicos orientados específicamente a la atención y tratamiento a pacientes con desorden y perturbaciones en su conducta.
Es evidente que luego del COVID, la sociedad ha enfrentado un aumento significativo en la cantidad de personas que reflejan desequilibrios en su comportamiento. Las estadísticas sobre suicidios, conductas extremadamente violentas y personas desamparadas en las calles obligan a un análisis riguroso del fenómeno.
El hospital psiquiátrico Padre Billini es una institución especializada en la atención de pacientes con trastornos mentales y psiquiátricos. Además, el sistema público posee unidades, sin embargo, el aumento en la problemática requiere una mayor responsabilidad en la protección y seguimiento de los pacientes en esa área.
Del 2% del PIB que representa el presupuesto del sector salud, una ínfima parte está orientado al cuidado de pacientes con trastornos mentales. Abordar el tema de forma integral es una tarea pendiente, de vital importancia para el debate nacional y debe constituirse en un esfuerzo sincero de protección a franjas de la sociedad olvidadas, y en muchos casos, imposibilitados en acceder a medicamentos y asistencia profesional debido a sus escasos recursos económicos.
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