Salud Pública refuerza vigilancia ante nueva variante de COVID-19 NB.1.8.1 detectada por la OMS

Santo Domingo, 2 de junio. – La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una alerta global sobre la aparición de la nueva variante de la COVID-19, identificada como NB.1.8.1, que ya comenzó a propagarse en algunas partes del mundo.

En respuesta, el ministro de Salud Pública de República Dominicana, Víctor Atallah, aseguró que hasta el momento no se ha identificado la circulación de esta subvariante en el país. No obstante, afirmó que el Ministerio mantiene una vigilancia epidemiológica y genómica reforzada en coordinación con laboratorios nacionales y centros de investigación aliados.

“Estamos realizando la secuenciación genómica de forma continua para identificar oportunamente cualquier nueva variante que pudiera ingresar al país”, indicó Atallah.

El ministro explicó que la NB.1.8.1 pertenece al linaje Ómicron, conocido por su alta transmisibilidad, pero aclaró que, según la evidencia científica disponible, presenta menor gravedad clínica. “Esto se debe, en parte, a la memoria inmunológica de la población, producto de infecciones previas y vacunación”, añadió.

En aeropuertos y demás puntos de entrada al país, las autoridades mantienen vigilancia activa de síndromes respiratorios y monitorean posibles casos sospechosos mediante el sistema de alerta temprana.

“Queremos transmitir tranquilidad a la ciudadanía: el sistema de salud dominicano cuenta con la capacidad instalada, personal capacitado, disponibilidad de pruebas diagnósticas y la experiencia necesaria para responder de forma oportuna ante cualquier eventualidad”, destacó Atallah.

El ministro también aseguró que se mantendrá informada a la población conforme evolucione la situación a nivel global y regional.

Según la OMS, aunque la NB.1.8.1 no representa por ahora un riesgo extraordinario para la salud pública, sí muestra una expansión más rápida que otras variantes, alcanzando para mediados de mayo casi el 11% de las muestras secuenciadas reportadas.

La variante fue detectada inicialmente en aeropuertos de Estados Unidos entre viajeros provenientes del Mediterráneo oriental, el sudeste asiático y el Pacífico occidental, coincidiendo con un cambio en la política de vacunación estadounidense que ha dejado de recomendar las vacunas para niños sanos y mujeres embarazadas.

La OMS aclaró que, si bien algunos países de la Región del Pacífico Occidental reportan aumentos de casos y hospitalizaciones —donde NB.1.8.1 tiene la mayor proporción—, no hay evidencia de que la gravedad de la enfermedad asociada sea superior a la de otras variantes circulantes.

Además, señalaron que hasta ahora no se disponen de resultados clínicos concluyentes sobre el impacto específico de esta nueva subvariante, aunque sí se observa un repunte general de casos relacionados con el SARS-CoV-2.

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