Se busca intérprete de ucraniano en España
Madrid, 24 abr (EFE).- La llegada de miles de refugiados ucranianos a España ha aumentado la necesidad de intérpretes, una tarea que están asumiendo no sólo aquellos que cuentan con la formación profesional para hacerlo sino también ucranianos que llevan años residiendo en el país, creando nuevas oportunidades laborales.
Ivan (nombre ficticio) dejó Ucrania con sus padres cuando tenía 16 años para empezar a vivir en España porque la situación económica en su país «era muy mala». Ahora, con 32 años, tiene la nacionalidad española y está plenamente integrado, pero recuerda que los comienzos fueron difíciles, sobre todo por no conocer el idioma.
«Estás paseando por la calle y no sabes ni preguntar por la parada de metro», cuenta a Efe.
Por eso, comprende muy bien la situación de sus compatriotas ucranianos que están llegando a España en busca de refugio tras el inicio de la invasión de su país por parte de Rusia, a finales de febrero, y a los que ahora está ayudando con su nuevo trabajo de intérprete para una ONG en un centro de acogida, donde escucha «historias muy duras».
«Hablo con ellos, tranquilizándoles y diciéndoles que la etapa en Ucrania es pasado y ahora tienen que empezar a vivir de nuevo», comenta.
El trabajo de intérprete es una nueva oportunidad laboral para Ivan, que durante estos años ha trabajado fundamentalmente de cocinero en España.
Como él, otros muchos ucranianos residentes en España y que dominan las dos lenguas han empezado a trabajar como intérpretes (contratados o voluntariamente) ante la necesidad de atender a los alrededor de 134.000 refugiados ucranianos que han llegado a nuestro país desde el inicio de la guerra.
Por otro lado, entre los más de 112.000 ucranianos que vivían en España ya antes de la guerra (la mayoría de ellos en Madrid, Comunidad Valenciana y Andalucía), hay algunos intérpretes con formación académica para ejercer esta labor y que han visto incrementado su trabajo.
Es el caso de Svitlana, que recibió el encargo «más importante» de su vida al hacer la interpretación simultánea del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en su comparecencia por vídeo ante el Congreso de los Diputados el pasado 5 de abril.
«Me llamaron directamente del Congreso. No hablé antes con Zelenski, me gustaría haber hablado con él pero no corresponde a mis funciones», dice a Efe Svitlana, licenciada en Filología hispánica y con un máster en traducción e interpretación.
Lleva más de 20 años viviendo en España, donde llegó nada más acabar la universidad con un contrato para trabajar de intérprete en una empresa, una buena oportunidad laboral en un momento en que la situación económica era «complicada» en su país de origen.
Durante este tiempo, ha ejercido de traductora e intérprete como autónoma compatibilizándolo con otros trabajos, pero desde que comenzó la guerra los encargos que recibe relacionados con su formación son mayores porque hay «muchísima demanda».
«Sobre todo de interpretación simultánea, que es algo que ha surgido más ahora», explica Svitlana, que antes de la guerra se dedicaba principalmente a la traducción de textos y a la interpretación consecutiva, en la que el intérprete comienza a traducir cuando el orador ha terminado su discurso, pero no al mismo tiempo.
Svitlana es una de las cinco intérpretes que colabora habitualmente con la Embajada de Ucrania en España, que a partir de la llegada de miles de refugiados ucranianos está buscando «más profesionales» con esta formación pero también personas que dominen bien los dos idiomas aunque no tengan un título, como indican a Efe fuentes de la sección consular.
Estas mismas fuentes explican que hay tareas oficiales para las que es necesario contar con traductores e intérpretes acreditados, pero para hablar con los ucranianos que llegan a centros de acogida, por ejemplo, puede encargarse «quien quiera y pueda».
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores cuenta con cuatro traductores intérpretes jurados de ucraniano en toda España, y el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones acaba de contratar a 74 ucranianos para el centro de atención telefónica que atiende a los refugiados recién llegados de Ucrania y les ofrece citas en alguno de los cuatro centros de acogida de España.
En uno de ellos, ubicado en Pozuelo de Alarcón (Madrid), ha empezado a trabajar hace poco como intérprete Svitlana, que tradujo la conversación que el rey mantuvo en su visita al centro el pasado fin de semana con una familia ucraniana acogida en este lugar.
«Me gusta mucho poder ayudar aquí», cuenta a Efe Svitlana, que comprende perfectamente la situación por la que están pasando sus compatriotas, ya que ella llegó a España con una hija de 12 años y un hijo de 16 el pasado 3 de marzo huyendo también de la guerra, mientras su marido y un tercer hijo de 21 años siguen en Ucrania luchando.
Svitlana, que está alojada en casa de una familia de amigos españoles, se considera afortunada por haber encontrado trabajo a los pocos días de llegar gracias a su formación y su experiencia, ya que en Kiev ejercía como profesora de español en la universidad y también como traductora e intérprete.
«Ahora en España, además de traducir y ayudar con el papeleo, les explico muchas cosas (a mis compatriotas), como dónde tienen que dirigirse para pedir ayudas sociales, clases de español, asistencia médica o cómo escolarizar a los niños o buscar empleo», comenta en referencia a los temas más urgentes que tienen que afrontar los ucranianos llegados a España.
Para solventar la necesidad de intérpretes en los centros escolares, el Gobierno ha anunciado que contratará de urgencia a 200 auxiliares de lengua ucraniana.
En la Comunidad de Madrid se ha creado en el hospital Isabel Zendal una oficina de atención a los ucranianos recién llegados que cuenta con un servicio de intérpretes para asistirlos con cualquier trámite, como gestionar el alta en la tarjeta sanitaria, orientarlos con el transporte o ayudarlos en la búsqueda de empleo.
Y más allá del ámbito político están surgiendo otras iniciativas como la del Colegio de Médicos de Madrid, que ha impulsado un programa de teleconsultas con medio centenar de colegiados ucranianos residentes en la región madrileña que han atendido ya a alrededor de 400 refugiados. EFE
Sol Carreras