Secuestro de Crowley e incidencias de una compleja mediación (2 de 2)

Por REYNALDO R. ESPINAL 

1.- Las difíciles negociaciones. Propuestas y contrapropuestas del miércoles 25 de marzo. Serena actitud de la diplomacia norteamericana.

En importantes fuentes de Washington prevalecía el criterio de que una posible oficialización de las aspiraciones de Balaguer para un segundo mandato presidencial en 1970, podría desencadenar reacciones inesperadas de los grupos opositores, especialmente por parte de la izquierda revolucionaria.

Para varios medios de prensa, no habían pasado desapercibidas unas declaraciones del Ex. Presidente de la República y Ex. Embajador dominicano en Washington, Héctor García Godoy, quien al referirse a las pretensiones  continuistas de Balaguer, manifestó que si el mismo: “…desciende a la arena política su acción sólo atizaría la agitación”.El Coronel Crowley relata a la prensa la odisea de su secuestro

No obstante, consumado el secuestro de Crowley,  la postura de la diplomacia norteamericana funcionaria con efectividad y prudencia, lejos de cualquier gesto insensato y altisonante. El  Embajador Meloy Junior manifestó  en todo momento confiar plenamente en las gestiones del gobierno dominicano  al tiempo que el vocero del departamento de estado, Robert J. Mc.Closkey se limitaría a decir:” creo que los que prestan servicio en el exterior merecen el más alto encomio por las difíciles circunstancias en que tienen que servir”.

Entre tanto, a  pesar de que la comisión mediadora obtiene, al avanzar el miércoles 25, la promesa de que  los secuestradores depongan su postura inicial y acepten el traslado a México de los prisioneros, todo lo cual da pie a las diligencias diplomáticas ya descritas con la representación diplomática de México en el país, varios y complejos escollos impidieron que el traslado de los mismos se produjera en la noche de aquel mismo día.

El Comando Unificado, tras aceptar el traslado a México de los prisioneros libertados, ponía a su vez otras condiciones, a saber:

  1. a) que sean sacados del país lo más pronto posible;
  2. b) que sean llevados directamente a un avión para su traslado a México.
  3. c) que un miembro de la Comisión viaje con los compañeros libertados como garantía de que lleguen sanos y salvos;
  4. d) que el Gobierno ponga en manos de los 20 compañeros recursos económicos necesarios para sus necesidades vitales en México.

2.- Reafirmamos que pondremos en libertad, sano y salvo, a Míster D. J. Crowley. 10 horas después de que los 20 compañeros sean sacados del país.

3.- Reafirmamos que si en ese lapso de tiempo (10 horas) es detenido o asesinado un dirigente o activista revolucionario o antireeleccionista, Mister Crowley correrà la misma suerte.

4.- Llamamos al pueblo dominicano a comprender las justas razones que han llevado a nuestro COMANDO a deponer nuestra actitud original  de que los compañeros fueran puestos en libertad y dejados en el país. Todo el pueblo debe comprender el carácter criminal del gobierno de Balaguer y sus aparatos represivos, los cuáles no vacilarán en asesinar a los compañeros más revolucionarios, principalmente al Secretario General del MPD, Maximiliano Gómez, El Moreno.

Sería una actitud aventurera de nuestro Comando mantener nuestra actitud original, y no comprender que lo principal es libertar a los compañeros y salvarles sus vidas, vidas que están en peligro, pues la dictadura de Balaguer busca asesinar a los principales compañeros presos revolucionarios.

No obstante no alcanzar nuestro objetivo completo, hemos ganado una batalla, el pueblo debe ganar la guerra, que es derrocar a Balaguer y sentar la resistencia contra los yanquis.”Monseñor Polanco llama desde Mèxico para avisar de la llegada de los prisioneros.

COMANDO UNIFICADO ANTIREELECCIONISTA DE CIVILES Y MILITARES. 25-3-1970.

Las horas se iban tornando largas y angustiosas. Las partes no acababan de ponerse de acuerdo en torno a la lista definitiva  de los 20  prisioneros que serían canjeados. La Comisión recibe el mensaje del general Guzmán Acosta de que  a las 3:30 p.m.,  tres prisioneros serán trasladados desde Pedernales.

Pero sería el punto 2 del comunicado antes esbozado el que generaría mayores dificultades en la conclusión del proceso negociador.  A las 4:05 minutos de la tarde, nueva vez llama el general Guzmán Acosta a los miembros de la comisión  para afirmar que,   contrario a  lo que planteaba el Comando en su comunicado, el Coronel Crowley debe ser libertado al momento del despegue del avión.

Proponía como una posible salida el  que un sacerdote  recibiera a Crowley  y  asumiera la responsabilidad de  trasladarle hasta la sede de una misión diplomática hasta que el avión con los prisioneros arribara  a México.

A este respecto,  Guzmán Acosta reiteraba que  el Presidente Balaguer aceptaba el canje pero bajo las condiciones antes expuestas, postura que genera como respuesta una fuerte reacción del comando unificado a través de su comunicado No. 8, el cual establecía lo siguiente:Momento en que los prisioneros liberados caminan hacia el aviòn custodiados por la policia,

La intransigente, terca y absurda posición de la dictadura terrorista y reeleccionista de Balaguer, con respecto de la forma de operarse el canje del agregado Aéreo Norteamericano, Míster Crowley, por los 20 presos políticos, que encabeza Maximiliano Gómez, busca conscientemente un DESENLACE FATAL a esta situación.

Esto así porque es inconcebible que este Comando crea en las garantías que expone este Gobierno, respecto a que los 20 compañeros salgan del país después que Míster Crowley sea depositado en la Embajada de México.

¿QUIEN NOS GARANTIZA QUE LUEGO DE QUE LA DICTADURA SEPA QUE MISTER CROWLEY ESTÉ EN LA EMBAJADA DE LA ORDEN DE SALIDA AL AVION QUE TRASLADARÀ A LOS COMPAÑEROS A MÈXICO?

No, nosotros no creemos en las garantías que da un Gobierno que a diario viola La Constitución de la República, y que con su irresponsabilidad permite que las Fuerzas Policiales e “Incontrolables” violen sistemáticamente los Derechos Humanos y el derecho a la vida.

Nosotros tenemos claros los ejemplos de Brasil y Guatemala, en que los diplomáticos secuestrados han sido puestos en libertad luego de ser libertados los revolucionarios canjeados, y las condiciones las han aceptado Gobiernos tan dictatoriales como los de la Tiranía Militar del Brasil y Guatemala y han cumplido fielmente su palabra; nosotros, revolucionarios dominicanos también cumpliremos fielmente nuestra palabra, pues estamos comprometidos con el pueblo y con la honesta comisión mediadora. En tal sentido manifestamos que sólo hay una solución: SALIDA DE LOS COMPAÑEROS A MÈXICO Y LIBERTAD DE MISTER CROWLEY 10 HORAS DESPUÈS DE LA SALIDA. No hay otra solución. Esta es nuestra última posición,  y es invariable. Si el gobierno no accede a nuestra posición será él, y sólo él, el único responsable del ajusticiamiento de Míster Crowley.

Si cedimos en nuestra posición original, no fue por vacilación, sino para allanar el camino para una solución pues no nos interesa que Mister Crowley desaparezca, sino que nuestros 20 compañeros sean puestos en libertad.

NUESTRA POSICIÒN ES CLARA: A LAS 11 DE ESTA NOCHE 20 COMPAÑEROS RUMBO A MÈXICO, Y A LAS 9:00 A.M DE MAÑANA JUEVES MISTER CROWLEY SANO Y SALVO EN LA EMBAJADA NORTEAMERICANA.

COMANDO UNIFICADO ANTIREELECCIONISTA DE CIVILES Y MILITARES.

Aclaramos: que la familia Gómez Sárate, sólo exige la libertad de JUAN PABLO GÒMEZ.

Aclaramos 2.- Que junto a los compañeros deben salir HUGO ALFONSO ALVARADO, RAFAEL VILLA CARTAGENA, Y MANUEL A. DE LOS SANTOS. Los compañeros a salir lo determinamos nosotros y no la Policía. Que esto quede claro”.El nuncio papal monseñor Antonio del Giudice junto a los diplomáticos escogidos para fungir de testigos de la salida de los prisioneros liberados tras el secuestro de Crowley.

La noche es tensa y larga y se torna imposible, ante los contratiempos surgidos,  la salida de los prisioneros hacia México. Hacia las 11:30 de la noche de aquel día, despegaba el avión  DC-5-52, de la aerolínea  Iberia, en su vuelo regular nocturno No. 171, a pesar de que la reserva  había sido ya formalizada.

Los miembros de la comisión  se quedarían a dormir en el Arzobispado.

La atildada pluma de Don Rafael Herrera, en famoso editorial del Listín Diario titulado “El secuestro” , llamaba a las partes a un saludable ejercicio de sensatez, al afirmar:

“…el secuestro es un arte muy delicado y requiere dentro de su rudeza una gran dosis de sutileza. Y un arte que requiere que las dos partes envueltas observen con cuidado ciertas reglas de juego:

Primero, las autoridades no deben hostigar a los secuestradores con una pesquisa que los cerque. Segundo, los secuestradores no deben exigir condiciones imposibles y deben preservar cuidadosamente la vida del secuestrado, porque ese rehén es su propia protección”.

2.- Incidencias del jueves 26. Se va oteando la luz tras la larga e incierta noche.

Al amanecer del 26 de marzo, jueves santo, se iniciaría una nueva jornada, que se perfilaba tan tensa como el día anterior. A las 6:50 a.m., César Herrera ratificaba a la comisión negociadora  la posición del gobierno de que el coronel Crowley debía ser entregado antes de la partida a México de los prisioneros, postura completamente divergente a la presentada   horas antes por los secuestradores.

15 minutos después la comisión negociadora entra en contacto con los secuestradores, instándoles a ceder en lo que respecta a la entrega de Crowley en una embajada, como paso encaminado a destrabar el conflicto, pero los secuestradores se oponen hasta tanto se produzca su llegada a México.

Cinco minutos después la comisión avisa al Embajador de México, al General Guzmán Acosta y a César Herrera, que se tenía por asumido que había un compromiso del gobierno dominicano frente al gobierno de México.

Ante esta observación, Herrera responde que el gobierno no dará marcha atrás en lo que respecta al momento de la entrega de Crowley, pero que lo convenido con México se cumplirá conforme lo pactado.

Monseñor Polanco propone a los demás integrantes de la comisión que, en caso de que el comando unificado finalmente acepte,  el  Padre Francisco José Arnaiz, Rector del Seminario Santo Tomás de Aquino, sea quien se responsabilice de recoger a Crowley, lo conduzca hasta la embajada de México y permanezca con él hasta que el mismo  Monseñor Polanco le llame  para confirmar el arribo con los prisioneros. La  propuesta  es aceptada por los demás comisionados.

Ya en aquellos momentos, los prisioneros se encontraban en la policía. Había muchas dificultades para confeccionar la lista, que sólo se comentaba por medios radiales.

Después de las 9:00 a.m., y tras el crecimiento de la tensión por parte de los secuestradores, finalmente pudo lograrse que el gobierno acepte la inclusión en la lista de los tres prisioneros propuestos  y el comando, a su vez, conviene en aceptar que Crowley sea liberado para que sea llevado a la embajada de México antes del despegue del avión. La embajada acepta.

La comisión pidió, a su vez,  a una representación del cuerpo diplomático acreditado en el país que les acompañaran al aeropuerto en calidad de testigos hasta la salida de los prisioneros. La misma estuvo integrada por Monseñor Antonio del Giudice, Nuncio papal en el país y los Embajadores Roberto Castillo, de El Salvador, René Fourir-Ruelle, de Francia; Gabriel Martínez Mata, de España; Leslie Boas, de Gran Bretaña y Eduardo Rodríguez, Encargado de Negocios de Costa Rica.

El Embajador Martínez Mata propuso que el avión fuera declarado “Extraterritorial”, lo cual, finalmente, no fue necesario.

Alrededor de las 11:30 a.m. de la mañana, Monseñor Polanco contactaba a Don José Quezada, Secretario Administrativo de la Presidencia, a fines de indagar la cantidad de dinero que le sería finalmente entregado a cada prisionero liberado. Se acuerda una suma de $1,000.00, que serían entregados a Monseñor media hora después para ser canjeados a dólares.

A mediodía, la comisión mediadora ofrecía una rueda de prensa, dando a conocer a la opinión publica el siguiente comunicado, a saber:

COMUNICADO DE LA COMISION MEDIADORA

Atendiendo al llamado hecho por el “Comando Unido Antireeleccionista”, que se responsabilizó del secuestro del coronel Donald J. Crowley, Agregado Aereo de la Embajada Norteamericana en el país, los firmantes de este comunicado consideran necesario hacer de público conocimiento que hemos aceptado esta misión como dominicanos conscientes de su deber en momentos tan críticos para nuestra patria; y  sobre todo por el alto sentido humanitario que esta encierra.

Al término de las negociaciones entre el Gobierno Dominicano y el Comando Unificado Antireeleccionista, entre cuyas partes hemos servido de mediadores, consideramos necesario hacer de público conocimiento las siguientes declaraciones:

En la mañana de hoy, después de más de 48 horas de conversaciones telefónicas con miembros del Gobierno Nacional y del Comando Unido (No identificados estos últimos), han convenido las dos partes el siguiente acuerdo:

1.- El Gobierno Dominicano se ha comprometido a trasladar a Ciudad de México, en vuelo directo, a los 20 prisioneros reclamados por el Comando Unificado.

2.- El Comando Unificado se ha comprometido a que el Coronel Crowley estará sano y salvo en la Embajada de México, en el momento de la partida del avión.

3.- Para formalizar las garantías ofrecidas los Gobiernos Dominicano y mejicano, se convino en llevar a los prisioneros a la Embajada Mejicana, antes de su traslado al aeropuerto. Los recibirá el Embajador y los miembros de la Comisión.

4.- Para fortalecer las garantías ofrecidas, la Comisión ha invitado, y ellos han aceptado, a los Embajadores de la Santa Sede, Costa Rica, El Salvador, España, Francia y Gran Bretaña, a que estén presentes en el aeropuerto a la llegada de los prisioneros y salida del avión.

5.- El Agregado Aéreo será recibido por el Embajador Mejicano, en su Embajada, y lo pondrá en conocimiento del Jefe de la Policía Nacional. En ese momento se dará la señal de partida del avión.

6.- A la llegada del grupo a Ciudad México, Monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito, Miembro escogido por esta Comisión para acompañar a los libertados, hará una llamada telefónica al Embajador Mejicano en Santo Domingo, para que entonces se proceda a la entrega del Coronel Crowley al Representante del Gobierno Dominicano. En ese momento estarán presentes los dos Miembros restantes de la Comisión.

7.- En principio se ha fijado la partida el avión con destino a Ciudad México de 2 a 3 de la tarde de hoy.

Esta Comisión agradece la ayuda prestada por los Embajadores citados; a la Prensa Nacional y al Pueblo en general, por la buena disposición para la búsqueda de la solución feliz de esta situación, que ha conturbado a la familia dominicana; y espera el irrestricto cumplimiento de estos acuerdos, pues así lo exige la palabra empeñada, el pueblo angustiado y el honor de dos Gobiernos hermanos.

Monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito

Arzobispo Coadjutor de Santo Domingo.

Dr. Rafael Kasse Acta

Rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Dr. Bienvenido Mejía y Mejía 

Presidente de la Asociación Dominicana de Abogados.

3.- Monseñor Polanco y los prisioneros salen hacia  México. Epílogo de un angustioso capítulo. 

La lista definitiva de los prisioneros liberados que saldrían a México quedó integrada de la siguiente manera, a saber: Maximiliano Gómez, Juan Pablo Gómez, Efraín Sánchez Soriano, Clodomiro Gautreaux, Winston Franklin Vargas Valdez, Héctor Dumariel Santana, Manolo Plata, Marcos Antonio Santana, Ricardo Martínez, Luis Larancuent Morris, José Gil Torres, Luis Emilio Arias, Daniel Valdez Vizcaíno, Hugo Alfonso Hernández Alvarado, Rafael Villa Cartagena, Manuel Antonio de los Santos, José Ignacio Marte Polanco, Alexis Ramírez, Ángel Darío Alcántara y Miguel Reyes Santana.

A las 6:30 de la tarde del jueves 25 de marzo (Jueves Santo), despegaba el  boeing 72, de Pan American, fletado por el Gobierno Dominicano por un costo de $10,000 dólares que les conduciría hasta México, en calidad de exiliados.

Parecía terminar así, con apariencia de victoria para los arriesgados revolucionarios del MPD, la osada aventura del secuestro de Crowley, inédita afrenta revolucionaria fraguada en las narices mismas del imperio.

Prueba, no obstante, de que los planificadores habían perdido las perspectivas en torno a los efectos de su acción se evidencia en el hecho del triunfalismo con que autoevaluaron su arriesgada empresa, al considerar que el éxito de la misma era atribuible tanto “a la  correcta interpretación del momento político y la adecuada aplicación de la capacidad técnica” como al hecho de haber escuchado “un clamor popular “e interpretar  “con objetividad la necesidad política del panorama nacional

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