Soluciones pequeñas en el tránsito
Juan Guiliani Cury
Uno se pregunta que hay muchas cosas en nuestro país que para ser solucionadas no se necesitan grandes recursos económicos ni tampoco grades estudios. Hay infinidad de casos que pueden ser mayormente resueltos sin que se tengan que diseñar y elaborar grandes proyectos para resolver un problema estructural cotidiano. El tránsito es uno de ellos, donde vemos que el flujo de vehículos puede ser sustancialmente mejorado si le ponemos atención a las cosas pequeñas. Ejemplos de lo que decimos, son los cuellos de botellas (tapones) que se forman a diario en las intersecciones de mayor movimiento vehicular que transitan a diario por la ciudad capital y otros puntos del país. Si usted a titulo de ejemplo, viene manejando su automóvil de este a oeste por la 27 de febrero al llegar a la intersección con la Núñez de Cáceres, se da cuenta que en ese cruce de cuatro esquinas se produce mucha lentitud vehicular. En esa intersección un semáforo, que por cierto data ya de varios años, el cambio a la luz verde tarde varios minutos, y una vez se produce el pase, a penas tarda muy pocos segundos para volver a la luz roja, lo que impide descongestionar la larga fila que viene del este de la ciudad con dirección al oeste. Situaciones similares se producen en un sinnúmero de intersecciones donde existen estos aparatos, que repito, tienen años de envejecimiento y obsolescencia. Si las autoridades competentes tomas las mediciones en el flujo vehicular en muchas intersecciones, se darán cuentan de la necesidad de que hay que someter soluciones al tiempo de duración de cada uno de esos semáforos. Otro aspecto que ya parece una cultura de irrespeto, son los letreros para ordenar el sistema de estacionarse en calles y avenidas. Eso de, “No estaciones en esta calle”, es letra muerta, y son pocas las veces donde la autoridad de tránsito aplica las multas o castigo correspondientes a dichas infracciones. muchos ciudadanos tampoco cooperan en hacer las cosas mejor. Es imposible escribir en un espacio de lectura limitado como éste, la diversidad y cantidad de violaciones a las leyes de tránsito en el país. Quizás con la buena voluntad y cooperación de todos, autoridad y ciudadanos, podemos contribuir a que este dolor de cabeza en el escenario diario del tránsito vehicular sea al menos aliviado.
