Starmer condena el ataque a hotel con migrantes como un acto de “ultraderecha”
LONDRES, 5 agosto — El primer ministro británico, Keir Starmer, condenó el ataque del domingo a un hotel que alberga a solicitantes de asilo, describiéndolo como “violencia de extrema derecha”, mientras estallaba más violencia en varias ciudades y pueblos de todo el país a raíz de un ataque a puñaladas en una clase de danza que dejó tres niñas muertas y varias heridas.
En una declaración desde sus oficinas en el número 10 de Downing Street el domingo por la tarde, el primer ministro prometió que las autoridades “harán lo que sea necesario para llevar a estos bandidos ante la justicia”.
“Les garantizo que se arrepentirán de participar en este desorden, ya sea directamente o por quienes azuzaron esta acción en internet y luego huyeron”, dijo. “Esto no es una protesta, es violencia organizada y violenta y no tiene lugar en nuestras calles ni en línea”.
Starmer habló después de otro día de violencia de ultraderecha, que fue particularmente aguda en la ciudad de Rotherham, en el norte de Inglaterra, donde la policía batalló para contener a cientos de alborotadores que intentaron entrar en un hotel Holiday Inn Express que se usa como alojamiento para solicitantes de asilo.
Camboya inicia las obras de un controversial canal financiado por China
Imágenes de Sky News mostraban una fila de policías con escudos que se enfrentaban a una andanada de objetos lanzados, incluidos trozos de madera, sillas y extintores, mientras intentaban evitar que los alborotadores entraran en el hotel Holiday Inn Express. También se veía un pequeño incendio y las ventanas del hotel destrozadas.
Un helicóptero policial sobrevoló la zona y al menos un agente herido con equipo antidisturbios fue sacado del lugar mientras la atmósfera se volvía cada vez más febril.
Fue el más reciente brote de disturbios en Reino Unido después del ataque de la semana pasada a puñaladas que dejó tres niñas muertas y varias heridas una clase de danza en el norte de Inglaterra.
Brendan Cox, cuya esposa, la legisladora Jo Cox, fue asesinada por un extremista de extrema derecha en 2016, dijo en la red social X que las escenas en Rotherham “son un intento continuo de asesinar a los hombres, mujeres y niños que están adentro quemándolos vivos”, y agregó que “el hedor de estos días permanecerá alrededor de quienes lo incitaron y justificaron por el resto de sus vidas”.
Se están produciendo más manifestaciones en todo el Reino Unido, pero principalmente en Inglaterra.
El sábado, activistas de extrema derecha se enfrentaron a manifestantes antirracistas en todo el Reino Unido, con escenas violentas en lugares de todos lados, desde Belfast, la capital de Irlanda del Norte, hasta Liverpool en el noroeste de Inglaterra y Bristol en el oeste. Cientos de personas han sido arrestadas, pero es probable que haya más, ya que la policía revisa las cámaras de seguridad, las redes sociales y las imágenes de las cámaras corporales.
La policía ha advertido de que las medidas de seguridad generalizadas, con miles de agentes desplegados, significan que otros delitos pueden no ser investigados a fondo.
“Estamos viendo que se están retirando agentes de la vigilancia diaria”, dijo Tiffany Lynch, de la Federación de Policía de Inglaterra y Gales, a la BBC. “Pero mientras eso sucede, las comunidades que están sufriendo incidentes contra ellas —víctimas de delitos— lamentablemente no están investigando sus delitos”.
La violencia estalló a principios de esta semana, aparentemente en protesta por el ataque con arma blanca del lunes en Southport. Axel Rudakubana, de 17 años, fue arrestado.
Se difundieron rumores falsos en internet de que el joven era musulmán e inmigrante, lo que avivó la ira entre los partidarios de ultraderecha. Los sospechosos menores de 18 años no suelen ser identificados en el Reino Unido, pero el juez Andrew Menary ordenó que se identificara a Rudakubana, nacido en Gales de padres ruandeses, en parte para detener la propagación de información errónea. Está acusado de tres cargos de asesinato y 10 de intento de asesinato.
La policía dijo que muchas de las acciones están siendo organizadas en internet por grupos clandestinos de ultraderecha, que están movilizando apoyo en línea con frases como “basta ya”, “salven a nuestros niños” y “detengan los barcos”. Están aprovechando las preocupaciones sobre la escala de la inmigración en el país, en particular las decenas de miles de personas que llegan en pequeñas embarcaciones desde Francia a través del Canal de la Mancha.
Nigel Farage, quien fue elegido para el Parlamento en julio por primera vez como líder de Reform U.K., también ha sido culpado por muchos de alentar, indirectamente, el sentimiento antinmigrante que ha sido evidente en los últimos días. Si bien condenó la violencia, criticó al gobierno por culpar a “unos pocos matones de extrema derecha” y dijo que “la extrema derecha es una reacción al miedo… compartido por decenas de millones de personas”.
Los manifestantes de ultraderecha han celebrado varias reuniones violentas desde el ataque con cuchillo, enfrentándose con la policía el martes fuera de una mezquita en Southport, cerca del lugar del apuñalamiento, y arrojando latas de cerveza, botellas y bengalas cerca de la oficina del primer ministro en Londres al día siguiente. Muchos en Southport han expresado su enojo por los actos de violencia organizados a raíz de la tragedia.
Starmer ha atribuido la violencia al “odio de la extrema derecha” y ha prometido poner fin al caos. Dijo que se darían más recursos a la policía de todo el Reino Unido para detener “un colapso de la ley y el orden en nuestras calles”.
AP