Subastarán cientos de recuerdos personales de Paul Newman y Joanne Woodward
Nueva York, 28 feb (EFE).- La casa de subastas Sotheby’s anunció este martes que el próximo junio venderá más de 300 recuerdos que el actor Paul Newman y su segunda esposa, Joanne Woodward, tenían en su casa de Connecticut (EE.UU.), entre ellos premios de cine, trajes de automovilista, cartas de presidentes, fotografías con la élite del cine y el vestido de novia que ella llevó en su boda.
Los objetos abren una «inusual ventana hacia las vidas personales y profesionales de la famosa pareja», que se conoció en 1953 en una producción de Broadway y se casó unos años después, compartiendo medio siglo de matrimonio hasta el fallecimiento de Newman en 2008, según una nota de prensa.
Con Woodward, que hoy tiene 93 años, Newman tuvo tres hijas: Nell, Claire y Melissa, quienes firman una declaración a nombre de la «familia Newman Woodward» en la que dicen esperar que el público disfrute de la colección tanto como sus padres reuniéndola.
Aunque Sotheby’s todavía no ha divulgado una fecha de la subasta ni sus contenidos completos, adelanta que habrá una exposición de los mismos el próximo 1 de junio en Nueva York y que incluye guiones firmados, premios y ropa de las películas en las que actuaron Newman y Woodward.
También recuerdos relacionados con el automomovilismo y las carreras, que apasionaban al actor; cartas y fotos firmadas de los presidentes Jimmy Carter, George H.W. Bush y Bill Clinton y fotos con actores de la época dorada como Robert Redford y Anthony Perkins.
Asimismo, se incluyen el vestido de novia y el anillo de Woodward, dos piezas del siglo XIX, muebles del siglo XVIII y piezas decorativas de sus residencias.
«Las subastas iluminarán los dos mundos que ocupaban Woodward y Newman: el estilo de vida glamuroso de una poderosa pareja de Hollywood y su vida privada en la que se rodeaban de la gente, los objetos y las causas filantrópicas que más querían», agrega.
El año pasado, dos hijas de Newman denunciaron a la Fundación Newman’s Own, que el actor creó para destinar a causas filantrópicas los beneficios de su empresa de alimentación, Newman’s Own, alegando que los gestores se habían desviado de los deseos de su padre, por lo que reclamaban 1,6 millones para donarlas a ONG.