Tensión y protestas marcan marcha de la izquierda en conmemoración de la Revolución de Abril

Santo Domingo, 27 de abril.– Bajo un ambiente de alta tensión, custodia militar y policial, seis organizaciones de izquierda agrupadas en el Comité Unitario de la Conmemoración de la Gesta de Abril de 1965 marcharon este domingo hasta el Altar de la Patria, en Santo Domingo, para recordar el 60 aniversario de la Revolución, rechazar la construcción de una presa de cola en Cotuí y protestar contra las repatriaciones de extranjeros.

La movilización, que arrancó en la Plazoleta La Trinitaria, en la avenida 27 de Febrero esquina Josefa Brea, comenzó en medio de confusión, cuando varias bombas lacrimógenas fueron detonadas inesperadamente.

De acuerdo con Bienvenido Scharboy, periodista y dirigente de izquierda, la explosión de los gases ocurrió cuando el último grupo de manifestantes cruzaba la calle París hacia Joséfa Brea.

«Quizás la intención era provocar una reacción para impedir la marcha, pero los participantes no cayeron en la provocación y continuaron su trayecto en orden», explicó Scharboy, quien grabó el momento.

Durante todo el recorrido, los manifestantes fueron acompañados por agentes de la Policía Nacional y de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), quienes, junto a unidades antimotines, tanques de agua y cárceles móviles, vigilaban cada paso del desplazamiento.

La caminata culminó frente al Altar de la Patria, donde aguardaban decenas de policías y militares. Pocos minutos después de la llegada, un nuevo incidente provocó tensión: aparentemente, a un agente se le escapó una bomba lacrimógena. No obstante, la serenidad de los manifestantes evitó cualquier altercado.

Aunque estaba previsto leer un manifiesto, la actividad se limitó a breves discursos ofrecidos por el ambientalista Luis Carvajal y el veterano dirigente de izquierda Narciso Isa Conde.

Ambos resaltaron el valor de los combatientes constitucionalistas de 1965 y arremetieron contra las políticas ambientales del Gobierno y la concesión minera otorgada a Barrick Gold para la construcción de una presa de cola en la provincia Sánchez Ramírez.

«Caamaño está vivo defendiendo el derecho de las comunidades que viven en el entorno de la Barrick Gold», clamó Carvajal a través de un megáfono, aludiendo al coronel Francisco Alberto Caamaño, figura emblemática de la Revolución de Abril.

«Caamaño está presente en nuestras altas montañas, velando contra concesiones mineras que interrumpen el curso de las aguas y amenazan la seguridad estratégica de la República Dominicana», añadió el ambientalista.

La marcha también incluyó demandas en defensa de la seguridad social, el medioambiente y el cese de las repatriaciones de haitianos. Un pequeño grupo de inmigrantes haitianos participó en la manifestación, a pesar de las restricciones establecidas por el Ministerio de Interior y Policía, que, aunque aprobó la «Gran Marcha por el Agua, la Vida y la Soberanía» mediante una resolución de no objeción, puntualizó que los extranjeros no están autorizados a realizar actividades políticas en territorio dominicano, conforme a la legislación vigente.

La jornada no estuvo exenta de tensiones adicionales: antes de la llegada de los manifestantes al parque Independencia, miembros de la organización nacionalista Orden Antigua Dominica, que rechaza la presencia de indocumentados en el país, se concentraron en la avenida Bolívar, aunque se retiraron antes de que la marcha llegara al lugar.

Las organizaciones convocantes de la movilización fueron el Movimiento Caamañista (MC), el Partido Comunista del Trabajo (PCT), el Movimiento Popular Dominicano (MPD), el Referente de la Izquierda Dominicana (RID), Fuerza de la Revolución (FR) y el Partido Patria para Todos y Todas (PPT).

Bajo la consigna «¡Caamaño: presente, vivo y combatiente!», cientos de simpatizantes de la izquierda dominicana reafirmaron su compromiso con las causas sociales y ambientales, cerrando la caminata en la calle El Conde, frente al busto del coronel Francisco Alberto Caamaño, símbolo vivo de la lucha por la constitucionalidad dominicana.

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