Tiroteo en Manhattan: el agresor quiso atacar la sede de la NFL, pero tomó el elevador equivocado
Nueva York, 28 de julio de 2025 – La ciudad de Nueva York fue sacudida este lunes por un trágico tiroteo masivo en el número 345 de Park Avenue, un rascacielos ubicado en el corazón de Midtown Manhattan, que alberga las oficinas de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), de la firma de inversiones Blackstone, y de otras importantes entidades financieras.
Las autoridades informaron que el autor del ataque, Shane Devon Tamura, de 27 años, tenía la intención de dirigirse a las oficinas de la NFL, pero tomó el elevador equivocado, lo que cambió el curso del ataque que culminó con cuatro personas muertas y el propio agresor quitándose la vida.
El alcalde Eric Adams declaró el martes que, según las investigaciones preliminares, Tamura tenía como objetivo principal las oficinas de la NFL, motivado por una aparente queja personal contra la liga.
El atacante, un residente de Las Vegas con antecedentes de enfermedad mental, dejó una nota manuscrita en la que expresaba su convicción de padecer encefalopatía traumática crónica (CTE, por sus siglas en inglés), una afección neurodegenerativa asociada al fútbol americano y otros deportes de contacto.
La nota pedía además que su cerebro fuera estudiado después de su muerte, y contenía afirmaciones incoherentes dirigidas contra la NFL.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 6:30 de la tarde. Tamura descendió de un vehículo BMW estacionado en doble fila frente al edificio, portando un rifle M4. Cruzó una plaza pública e ingresó al vestíbulo del edificio, donde inmediatamente abrió fuego.
Según el testimonio de la comisionada de la Policía de Nueva York, Jessica Tisch, la primera víctima fue un agente policial fuera de servicio, identificado como Didarul Islam, de 36 años, quien trabajaba en labores de seguridad privada en el lugar. Le siguieron una mujer que intentaba resguardarse de los disparos, un guardia en el mostrador de seguridad, y otro individuo en el vestíbulo.
Tras este primer ataque, Tamura se dirigió hacia los ascensores con la aparente intención de alcanzar las oficinas de la NFL, ubicadas entre los pisos 5 y 8 del edificio. Sin embargo, ingresó al elevador equivocado y ascendió hasta el piso 33, donde se encuentran las oficinas de la empresa inmobiliaria Rudin Management. Allí, asesinó a una cuarta persona antes de suicidarse.
Durante el incidente, uno de los empleados de la NFL resultó gravemente herido y fue hospitalizado en condición estable, según confirmó el comisionado de la liga, Roger Goodell, en un memorándum enviado al personal.
Goodell señaló que todos los empleados fueron localizados y que la NFL reforzaría las medidas de seguridad en sus oficinas durante los próximos días. Además, se ofreció la opción de trabajar de forma remota o tomarse el día libre a quienes lo desearan.
El policía asesinado, Didarul Islam, era un inmigrante originario de Bangladesh y padre de dos hijos, con un tercero en camino. Llevaba tres años y medio en el Departamento de Policía de Nueva York y fue descrito por las autoridades como un héroe que actuó con valentía hasta el final.
“Murió como vivió: sirviendo y protegiendo a los demás”, expresó la comisionada Tisch en rueda de prensa.
Entre las víctimas también se encontraba Wesley LePatner, ejecutivo senior de Blackstone, según confirmó un memorando interno de la compañía. La identidad de las otras dos personas fallecidas no ha sido revelada hasta el momento.
El edificio 345 de Park Avenue, un rascacielos de 44 plantas, también alberga oficinas de la firma de servicios financieros KPMG. La Policía de Nueva York, junto con el FBI, continúa las investigaciones para determinar los antecedentes de Tamura, sus posibles vínculos y su itinerario previo al atentado.
Este lamentable suceso vuelve a poner en el centro del debate público temas como la salud mental, el acceso a armas de alto poder y la seguridad en edificios corporativos.
La NFL, por su parte, ha sido objeto de controversia durante años debido a las consecuencias neurológicas del fútbol profesional, aunque Tamura nunca tuvo vínculo directo con la liga, más allá de haber jugado en una escuela secundaria en California hace casi dos décadas.
Las autoridades han reforzado la seguridad en la zona y llaman a la población a colaborar con cualquier información que pueda contribuir a esclarecer los detalles del incidente.