Tras la represión, gobierno argentino habla de golpe de Estado
Buenos Aires, 13 marzo.- Luego de los incidentes y la represión policial en las afueras del Congreso, el gobierno de Javier Milei calificó hoy de «una especie de golpe de Estado» a la protesta protagonizada por jubilados que reclamaban el incremento de sus haberes, apoyados por hinchas de clubes de fútbol.
El jefe de gabinete, Guillermo Francos, dijo en cambio que se trataba de «barrabravas» convocados por el kirchnerismo para «defender los derechos de los jubilados» y generar disturbios.
El funcionario nacional dijo que «utilizaron la violencia como instrumento», generaron una marcha «totalmente organizada al grito de ‘Que se vayan todos’, que ya se utilizó tantas veces», y remató: «Lo que se pretende en definitiva es una especie de golpe de Estado».
Además, Francos criticó a la jueza que liberó a la mayoría de los detenidos y aseguró que aplicarán la ley «con más fuerza» si se repiten este tipo de manifestaciones.
Sostuvo que detrás de la organización de la protesta de este miércoles, que terminó con decenas de manifestantes heridos, un reportero gráfico en grave estado -alcanzado por una bomba de gas pimienta lanzada por la policía- y detenidos, está el kirchnerismo y movimientos políticos que gobernaron los últimos años.
«Cuando se hagan este tipo de manifestaciones van a ser reprimidos, porque hay un protocolo que dice cómo deben manifestarse, de forma pacífica.
Obviamente no pueden utilizar armas o empezar a los piedrazos dejando un tendal de daños en la Ciudad para hacer una manifestación», agregó.
Con el lema «Todos seremos jubilados», los hinchas de la primera y segunda división del fútbol argentino y afiliados de la Confederación General de los Trabajadores (CGT), la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y la CTA Autónoma se sumaron a la tradicional marcha que realizan los jubilados cada miércoles para pedir una actualización de sus pensiones.
La iniciativa surgió tras los hechos ocurridos hace justo una semana, cuando un jubilado hincha de Chacarita Juniors, de 75 años, fue rociado de gases y golpeado por la policía, hasta romperle la muñeca.
En la Plaza Congreso había cientos de jubilados, muchos de ellos «armados» con bastones, que usaban para poder caminar con estabilidad. Su reclamo es por el incremento del haber mínimo, que actualmente es de 279.121,71 pesos (261 dólares). Muchos hinchas de clubes de fútbol llevaban carteles con una famosa frase de Diego Maradona, que en vida salió muchas veces en defensa de los ancianos, y que pronunció en 1992, en medio de una protesta de un grupo de jubilados frente a los tribunales de la Ciudad de Buenos Aires: «Hay que ser muy cagón para no defender a los jubilados. A muerte estoy con los jubilados. Lo que les hacen es una vergüenza».
Una frase que hoy cobra vigencia, en un contexto económico muy complicado y uno político hostil a los reclamos y la disidencia. Ya en la marcha en defensa de la universidad pública del 12 de mayo de 2024, cuando miles de estudiantes (y también jubilados) protestaron en las calles por los recortes del presupuesto a la educación pública aplicados por la gestión libertaria, el gobierno denunció «un intento de golpe de Estado». La manifestación del miércoles terminó con una feroz represión policial, destrozos, heridos y 124 detenidos -de los cuales la mayoría ya fueron liberados-.
El fotoperiodista Pablo Guillo recibió un impacto en la cabeza y lucha por su vida en el hospital Ramos Mejía. Anoche, fue sometido a una intervención quirúrgica y luego fue trasladado a cuidados intensivos. Los médicos dijeron que sufrió una fractura en el cráneo y la pérdida de masa encefálica, y se encuentra en una condición delicada con pronóstico reservado.
El padre de joven, en diálogo con periodistas frente al hospital, responsabilizó a Javier Milei y a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por la situación de su hijo.
Grillo era uno de los tantos fotoperiodistas que cubría la marcha al Congreso. Hacía tomas de la brutal represión y se convirtió en víctima de las fuerzas de seguridad desplegadas por el gobierno cuando un cartucho de gas lacrimógeno disparado por uno de los efectivos le dio de lleno en la cabeza. La secuencia quedó registrada en videos y fotografías de reporteros y manifestantes que estaban a su lado. (ANSA)