Trump planea endurecer la represión migratoria en 2026 pese a creciente rechazo

Washington, 21 de diciembre. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se prepara para implementar una ofensiva migratoria aún más agresiva en 2026, con miles de millones de dólares en nuevos fondos, que incluirían un aumento significativo en las redadas en centros de trabajo, a pesar del rechazo creciente que se está generando de cara a las elecciones legislativas del próximo año.

Trump ya ha desplegado agentes migratorios en varias ciudades importantes del país, donde han realizado operativos en vecindarios, generando tensiones y enfrentamientos con residentes. Aunque este año se llevaron a cabo algunas redadas llamativas en empresas, en su mayoría se evitó intervenir en fincas, fábricas y otros negocios considerados clave para la economía, pero conocidos por emplear a inmigrantes sin estatus legal.

La Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la Patrulla Fronteriza recibirán US$170 mil millones adicionales hasta septiembre de 2029, un aumento masivo sobre sus presupuestos actuales, que rondan los US$19 mil millones anuales. Este incremento fue aprobado por el Congreso dominado por los republicanos en julio.

Según funcionarios del gobierno, se planea contratar a miles de nuevos agentes, abrir más centros de detención, recoger más inmigrantes en cárceles locales y asociarse con empresas privadas para rastrear a personas en situación migratoria irregular.

Estas medidas llegan a pesar de señales crecientes de rechazo político. En Miami —una de las ciudades más impactadas por estas políticas debido a su numerosa población inmigrante— fue elegido la semana pasada un alcalde demócrata por primera vez en casi treinta años. El nuevo alcalde atribuyó en parte su victoria a una reacción contra Trump. Otras elecciones locales y encuestas reflejan una creciente preocupación entre votantes por el uso excesivo de tácticas agresivas.

“La gente ya no ve esto solo como un tema migratorio, sino como una violación de derechos, del debido proceso y una militarización inconstitucional de los barrios”, dijo Mike Madrid, estratega republicano moderado. “Esto es sin duda un problema para el presidente y los republicanos”.

La aprobación de Trump en materia migratoria cayó de 50% en marzo a 41% en diciembre, su peor registro en el tema que antes era su punto fuerte. El malestar se ha enfocado en agentes federales enmascarados que usan gases lacrimógenos en zonas residenciales y detienen incluso a ciudadanos estadounidenses.

«Los números se van a disparar»

Además de ampliar la aplicación de la ley, Trump ha eliminado el estatus migratorio temporal a cientos de miles de haitianos, venezolanos y afganos, aumentando así el número de personas que podrían ser deportadas, en línea con su promesa de expulsar a un millón de inmigrantes por año, aunque todo indica que no alcanzará esa meta este año. Desde enero, han sido deportadas unas 622,000 personas.

Tom Homan, jefe fronterizo de la Casa Blanca, aseguró a Reuters que Trump ha cumplido su promesa de realizar una operación histórica de deportación y de cerrar la frontera sur. Añadió que, con el nuevo presupuesto, se contratarán más agentes y se ampliará la capacidad de detención, lo que provocará un aumento significativo de los arrestos.

“Creo que el año que viene verán que los números se disparan”, dijo Homan, quien confirmó que los planes incluyen más redadas en lugares de trabajo.

Sarah Pierce, directora de políticas sociales del centro de pensamiento centrista Third Way, señaló que muchas empresas han evitado criticar las redadas, pero podrían cambiar su postura si las redadas comienzan a afectar directamente a empleadores.

Será interesante ver “si finalmente los empresarios se enfrentan a esta administración”, dijo Pierce.

Gráficos de datos muestran que el promedio diario de arrestos por parte de ICE bajo el gobierno de Trump en 2025 más que duplicó los registros de los años 2015 a 2024.

Trump, del Partido Republicano, recuperó la presidencia con la promesa de niveles récord de deportaciones, argumentando que era necesario tras años de altos niveles de inmigración ilegal durante el mandato de su predecesor demócrata, Joe Biden. Su campaña incluyó el envío de agentes federales a ciudades estadounidenses para detener posibles infractores, lo que provocó protestas y demandas por perfil racial y uso excesivo de la fuerza.

Algunas empresas cerraron por temor a redadas o por falta de clientela. Padres vulnerables a la detención mantuvieron a sus hijos en casa o recurrieron a vecinos para llevarlos a la escuela. Algunos ciudadanos comenzaron a portar pasaportes.

Aunque públicamente se ha dicho que las redadas están dirigidas a criminales, datos del propio gobierno muestran que se ha arrestado a más personas sin antecedentes penales que en administraciones anteriores. Alrededor del 41% de los 54,000 arrestados por ICE hasta finales de noviembre no tenían otro delito que una infracción migratoria. Antes de la toma de posesión de Trump, ese número era solo del 6%.

La administración también ha dirigido acciones contra inmigrantes legales, incluyendo la detención de cónyuges de ciudadanos estadounidenses durante entrevistas de residencia, cancelación de ceremonias de naturalización y revocación de miles de visas estudiantiles.

Planes para apuntar a los empleadores

El nuevo enfoque en centros de trabajo podría provocar aún más arrestos y tener efectos en la economía y en empresarios afines al Partido Republicano.

Reemplazar a los inmigrantes arrestados podría elevar los costos laborales, lo que afectaría los esfuerzos de Trump por controlar la inflación, tema que se espera sea central en las elecciones de noviembre, donde se definirá el control del Congreso.

Inicialmente, por orden de Trump, algunas empresas fueron exentas de las redadas, pero esa medida fue revertida poco después, según Reuters.

Algunos sectores conservadores exigen más controles en los lugares de trabajo. “Eventualmente tendrán que ir tras los empleadores”, dijo Jessica Vaughan, directora de políticas del Centro de Estudios de Inmigración. “Cuando eso empiece a pasar, los empresarios comenzarán a limpiar sus propias casas”.

Fuente: Agencia Reuters

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