Un ejemplo de que podemos hacerlo bien
Quiterio Cedeño
Poco más de 40 años vinculados al turismo y 37 de ellos con participación en la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana, y asesorar empresas turísticas y otras entidades públicas y privadas relacionadas con el sector, pueden convertir a cualquier observador, más a un periodista, en un testigo del proceso de desarrollo de un sector que se ha convertido en “uno de los más poderosos factores de cambio que ha tenido el país en toda su historia”, en opinión del respetado historiador Frank Moya Pons.
Esta semana el grupo turístico Hodelpa celebró los 35 años de su inicio en el sector turismo, convertido en una de las más importantes entidades hoteleras y turísticas dominicanas, que ha demostrado que, en esta actividad, relativamente nueva en la economía dominicana, empresas locales pueden tener éxito y compartir un espacio con las conocidas hoteleras y marcas internacionales presentes en el país.
Recuerdo las interrogantes y dudas que se despertaron en los pasillos del turismo cuando Edmundo Aja, cubano de nacimiento y convertido a dominicano estimulado por la acogida que encontró en nuestro país, decidió junto con sus socios José Hernández y Alvaro Peña convertir la plaza comercial que desarrollaban en Santiago, en el Gran Almirante, el hotel que encabeza la lista de establecimientos de esta ciudad y todo el Cibao.
Ese fue solo el inicio de la aventura cibaeña. Meses después este grupo adquirió el alicaído Camino Real y lo convirtió en el Hodelpa Centro Plaza, y a este paso al frente siguió la compra del Courtyard, en la entrada de la ciudad para convertirlo en Hodelpa Garden Court.
La hotelera siguió creciendo y también la lista socios aliados: a José Hernández y Álvaro Peña se sumaron Raúl Rizek, Oscar Villanueva, Silvia Vela, José Ramón Martínez, Alexandra Victoria, Bernhard Knirsh, Roberto Ortiz y Silverio Cruz.
La presencia también se extendió y a los tres hoteles de Santiago se sumaron en Santo Domingo los establecimientos: Nicolás de Ovando, Caribe Colonial, Novus Plaza y Casa Real. En Juan Dolio: Emotions Juan Dolio y Garden Suites. En Puerto Plata: Emotions Puerto Plata y el Xanadú. Los establecimientos están clasificados como “Grand”, “Premium”, “Clasic”, “Resort” y “Resort & Residence”.
La exitosa presencia en Santiago, Puerto Plata, Juan Dolio y Santo Domingo muestra que sí se puede, que hemos aprendido a gestionar la industria turística, aunque debemos reconocer el aporte que han hecho las hoteleras españolas, principalmente, que trajeron a las playas dominicanas sus marcas reconocidas y su experiencia en la gestión y la comercialización del mercado turístico mundial.
Es interesante que, como ha ocurrido en el Grupo Puntacana y en Viva Resorts, ya la segunda generación, formada en la dinámica del quehacer turístico, participa en puestos de responsabilidad en la gestión. Jessica Aja, la hija de Edmundo y Fe María, es la vicepresidenta ejecutiva. Ángel Hernández, un profesional dominicano formado en el quehacer de la hotelería es el presidente ejecutivo. Los 35 años y el crecimiento de esta hotelera dominicana es un ejemplo más de que el turismo ya tiene fuertes raíces en el tinglado empresarial dominicano.
El Caribe

