¿Un mundo nuevo?
Ellis Pérez
En el artículo anterior comenzamos a prever la posible desaparición del Covid-19 como pandemia y su mantenimiento en la sociedad humana como endemia. Igualmente señalamos que algunas de las características impuestas por la pandemia se mantendrían en práctica contribuyendo a ese mundo nuevo en el que ya nos desenvolvemos.
Ahora ha surgido la invasión de Ucrania por Rusia con un estado de guerra que no solo involucra ya, a los dos estados en conflicto, sino también, al resto de la Europa aliada y la mayoría de los países de occidente con los Estados Unidos al frente. Aunque Vladimir Putin reclama que él no ha producido una invasión, sino que Rusia ha respondido al llamado de las dos proclamadas repúblicas independientes del este extremo de Ucrania que comparten la frontera con Rusia, la realidad que nos muestran las imágenes de fotografías y videos es que de hecho se ha producido una invasión con un ataque despiadado de artillería y misiles que han estado produciendo todo tipo de daños y perjuicios en Ucrania, incluyendo pérdida de vidas, muchos heridos, daños materiales en cantidades crecientes y varios millones de ucranianos, casi exclusivamente mujeres y niños, que han tenido que salir despavoridos al refugio en Polonia, Moldavia, Rumania, y otros países europeos.
Putin ha señalado sus condiciones de base para detener la situación de guerra:
1.- Que Ucrania reconozca a Crimea como parte legítima del Estado Ruso.
2.- Que también reconozca como repúblicas independientes, a las dos que así lo han reclamado.
3.- Que Ucrania renuncie, formalmente, a su aspiración de ser parte de la Unión Europea y la OTAN.
A todo esto, el Presidente Biden ha respondido imponiendo una cantidad de muy duras sanciones económicas y de comercio a Putin, sus amigos oligarcas y a Rusia. Casi un aislamiento total del resto del mundo occidental. Putin ha amenazado con el uso de armas nucleares a cualquier país que quiera involucrarse directamente en el conflicto Rusia-Ucrania. Biden ha llamado a Putin “criminal de guerra”. El Kremlin ha reaccionado a esto de manera airada.
Ya sea que estos hechos saquen del poder a Putin, o que éste se pueda mantener, apretando la muñeca de diferentes maneras, al resto del mundo le tomará tiempo ajustarse a las nuevas realidades y reconquistar un grado de normalidad. Sea como sea, gústenos o no, estamos en un mundo nuevo. En él deberemos vivir.