Una novela analiza la relación entre el nazismo y València durante la II Guerra Mundial
València, 29 marzo.- El autor valenciano Francisco José Arnau ha publicado “KOS: La calle de las cenizas”, segunda novela, de su serie de dos libros, de misterio histórico editada por Samaruc, en la que explora conexiones entre el nazismo y València a través de la obsesión del régimen por objetos de poder como el Santo Cáliz.

La obra continúa la historia de Rigel Bader, protagonista también de “KOS: Grabado en las piedras”. En esta nueva entrega, Rigel y Venus investigan los orígenes del proyecto KOS y un legado oculto relacionado con el campo de concentración de Mauthausen y que les llevará a la ciudad de València.
Las siglas KOS aluden a “Knowledge on Storage”, un concepto inspirado en un proyecto real cuyo objetivo era conservar la memoria de las personas mediante avances tecnológicos, con el fin de preservar el conocimiento individual más allá de la muerte, según ha explicado el autor a EFE.
Mismo universo narrativo
Aunque independientes, ambas novelas comparten un mismo universo narrativo en el que confluyen el pasado medieval, la Segunda Guerra Mundial y la ciudad de València.
La elección de esta ciudad, según Arnau, se debe a la presencia del Santo Cáliz en la Catedral desde 1916, una de las reliquias más veneradas por la Iglesia Católica y «también codiciada por algunos miembros del régimen nacionalsocialista»,como Heinrich Himmler, que, según el autor, buscaba reunir objetos de poder como símbolo de su pretendida superioridad racial.
El título de la nueva novela hace referencia a una escena del libro ambientada en la actual calle Caballeros, que, según el autor, llegó a conocerse en el pasado como «la calle de las cenizas».
Arnau, ingeniero de formación y aficionado a la historia de la Segunda Guerra Mundial, señala como una de sus principales influencias el llamado Expediente Charlie Brown. Un episodio real en el que dos aviadores enemigos evitaron el combate durante un enfrentamiento aéreo, años después, el piloto estadounidense localizó al aviador alemán que le perdonó la vida y ambos entablaron una amistad duradera, llegando a compartir vacaciones en Baleares con sus familias.
Este hecho, según ha relatado Arnau con entusiasmo, ha sido una fuente de inspiración para su obra.
“El interés por la historia me llegó al estudiar la historia de la medicina”, ha señalado el autor, quien defiende que “la curiosidad y la fantasía no deberían estar reñidas con la tecnología y la informática”.EFE