Una polémica estatua del expresidente Roosevelt de Nueva York viajará a Dakota
Nueva York, 20 nov (EFE).- La gran estatua ecuestre de bronce del expresidente Theodore Roosevelt que desde 1940 ha estado ubicada en el Museo de Historia Natural de Nueva York y cuya retirada se decidió el pasado junio por considerar que glorifica el racismo y el colonialismo encontrará cobijo en la Biblioteca Presidencial Theodore Roosevelt en Dakota del Norte.
Según un comunicado de esta Biblioteca, que no abrirá sus puertas hasta 2026, ambas instituciones han alcanzado un acuerdo para un préstamo de larga duración de la estatua de Roosevelt, presidente de Estados Unidos entre 1901 y 1909.
En la imponente estatua, encargada en 1925 al artista James Earle Fraser, Roosevelt está montado sobre un caballo flanqueado por un hombre negro y un nativo americano.
Las peticiones de retirar la obra aumentaron tras las intensas manifestaciones antirracistas por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco en Mineápolis, en mayo de 2020.
La junta de la Biblioteca que albergará el monumento, en la localidad de Medora, reconoce que la estatua ecuestre es «problemática en su composición» así como que su ubicación actual impide que sea contextualizada adecuadamente.
Según el comunicado, el acuerdo alcanzado con la ciudad permite a la institución almacenar la obra «mientras considera una exposición en la que serviría como una herramienta importante para estudiar el pasado de la nación»
Además, apunta que con el apoyo de miembros de la familia del expresidente, se constituirá un consejo asesor compuesto por representantes de las comunidades tribales indígenas y negras, historiadores, académicos y artistas para orientar la recontextualización de la estatua.
«La estatua ecuestre es problemática en la representación jerárquica de los sujetos y debería ser eliminada del monumento oficial del estado de Nueva York a Theodore Roosevelt», agregó su nieto Theodore Roosevelt V, citado en la nota.
Pero, según su familiar: «Mejor que enterrar una obra de arte problemática, debemos aprender de ella, por eso es apropiado que la estatua sea reubicada en un lugar donde su composición pueda recontextualizarse para facilitar discusiones difíciles, complejas e inclusivas».
«Se dice que ‘aquellos que no aprenden de la historia están condenados a repetirla’, y nuestro trabajo es examinar la historia con franqueza para comprender el presente y hacer un futuro mejor», subrayó, por su parte, el director ejecutivo de la Biblioteca, Edward O’Keefe.
La estatua ecuestre de Roosevelt es uno de otros muchos monumentos a lo largo y ancho del país cuya idoneidad se está revisando bajo una visión que pretende ser más igualitaria y equitativa de la historia nacional.
En el marco de este revisionismo, el pasado octubre, el Ayuntamiento de Nueva York aprobó quitar una estatua de Thomas Jefferson, el tercer presidente del país (1801-1809) que fue un notorio racista y esclavista dueño de 600 esclavos.