Una propuesta a Luis Abinader: Educación, institucionalidad y decreto
Samuel Luna
Recibí de un amigo una nota donde decía que el gobierno de la República Dominicana había decretado una reforma en el sistema educativo. El decreto 365-23 establece que el gobierno dispondrá de los recursos necesarios para los procesos de REFORMA y MODERNIZACIÓN. Cuando leí el decreto me sentí muy contento , pero de repente se deslizó en mi psique un pensamiento de duda que se convertía en mi peor enemigo.
Levanté con mi mano izquierda el teléfono, comencé a marcar y llamé a mi amigo. Le hice una sola pregunta, le dije: ¿Es posible que un decreto se desarrolle y se materialice donde la institucionalidad es transitoria e intermitente? Es que la institucionalidad es la base y la plataforma para que las cosas funcionen correctamente. No será posible una transformación de la educación cuando los gobiernos y gobernantes operan en función de los deseos de sus partidos y deseos personales. No es suficiente lanzar decretos si no existen los andamios para sostener la presión y el peso que genera dicho decreto.
Hace poco leí una de las tantas definiciones de institucionalidad, y está decía: “La institucionalización es el proceso de crear consistencia y uniformidad en toda la organización con respecto a la implementación del proceso. Ayuda a que todos los grupos e individuos de la organización sigan los mismos estándares”. Y precisamente ese es el problema en nuestro país, que cada gobierno que llega barre y expulsa a los técnicos que poseen un registro laboral y experimental en el área de la educación. Cada acción es para emplear a sus seguidores, quedando en tercer lugar el bienestar colectivo y el fortalecimiento de las instituciones.
Felicito al presidente Luis Abinader por lanzar el mencionado decreto. Sin embargo, quiero resaltar que si ese decreto se hubiese lanzado antes o después de los procesos de la campaña política hubiese escalado más y no tuviera un matiz de reelección y suma de votos. La modernización y transformación de la educación requiere integración, transparencia y sacrificio; debe traspasar y esquivar las acciones tradicionales y casi normales que ejercen los partidos políticos con el único propósito de disfrutar el pastel y las ofertas personales, dejando atrás la esencia real de gobernar y liderar a la nación. En el contexto educativo, esta esencia tiene que ver con la participación de todos los sectores que poseen una carga para el sector educativo y que han dejado huellas positivas en los gobiernos anteriores. Señor Luis Abinader, la única forma de crear un proceso de modernización y transformación en el sistema educativo es fortaleciendo la institucionalidad.
La propuesta es la creación de un cuerpo de asesores y técnicos bien conocidos y que tienen la autoridad de generar cambios sustanciales. No debemos tomar en cuenta de qué partidos son o fueron, la educación no debe politizarse. No debemos afectar a la mayoría por el capricho de unos cuantos. Ese cuerpo de asesores debe ser permanente, no puede ser desintegrado cada cuatro años por intereses políticos y partidarios. Señor Luis Abinader, proponemos que este cuerpo de asesores esté integrado por:
Jorge Adarberto Martínez, Ramón Flores, Mu-Kien Adriana Sang Ben, Radhamés Mejía, Josefina Pimentel, Ana Julia Suriel, Margarita Heinsen Guerra, Cheila Valera Acosta, Altagracia López, Dulce Rodríguez, Sarah González. Estoy seguro que hay más personas con la misma capacidad y experiencia que deben ser incluidos.
Si queremos MODERNIZACIÓN y TRANSFORMACIÓN en el sistema educativo podemos iniciar con algo muy básico, práctico y lógico. Motivamos a los senadores y diputados con conciencia para que adopten esta propuesta como si fuera de ellos. Si hacemos esto, estaremos sembrado una semilla de mostaza que germinará para beneficiar el país y las generaciones venideras.
Hoy