Unidos
Haití ha tocado fondo y trascendido como problema los confines de la isla. De un problema estrictamente dominicano o al menos caribeño, se ha convertido en uno continental. Norteamericanos, centroamericanos y suramericanos tienen que lidiar ahora con inmigración ilegal haitiana masiva, lo que pensaron nunca les tocaría. Pero con un Haití que da que hacer ahora también en tierra continental, todavía está por verse si la comunidad internacional responde a los llamados -ahora más vehementes que nunca- a asumir su responsabilidad para con el empobrecido país vecino, o seguirán cayendo en saco roto. El Gobierno dominicano, entretanto, se esfuerza solo y hace lo que le toca hacer: reforzamiento innegociable de la frontera. El país apoyarlo, unidos.