Vance visita el Vaticano tras notoria reprimenda papal a la política migratoria de Trump
CIUDAD DEL VATICANO, 19 abril — El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, se reunió el sábado con el número dos del Vaticano tras una notoria reprimenda papal al gobierno de Donald Trump por su dura política migratoria y la justificación teológica de Vance al respecto.
Vance, que se convirtió al catolicismo, llegó el sábado a la Ciudad del Vaticano para una cita con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y el ministro de Exteriores, el arzobispo Paul Gallagher. Se especulaba con la posibilidad de que pudiese saludar brevemente al papa Francisco, que ha retomado algunas funciones oficiales mientras se recupera de una neumonía.
La Santa Sede ha respondido con cautela al gobierno de Trump, manteniendo su tradición de neutralidad diplomática. Ha mostrado su alarma por la represión a los migrantes y los recortes en la ayuda internacional, mientras insiste en resoluciones pacíficas para las guerras en Ucrania y Gaza.
“Está claro que el enfoque del actual gobierno de Estados Unidos es muy diferente al que estamos acostumbrados y, especialmente en Occidente, en el que hemos confiado durante muchos años”, dijo Parolin en declaraciones al diario La Repubblica en la víspera de la visita de Vance.
Mientras Washington presiona para poner fin a la guerra en Ucrania, Parolin reafirmó el derecho de Kiev a su integridad territorial e insistió en que cualquier posible acuerdo de paz no debe “imponerse” a Ucrania, sino que “se construye pacientemente, día a día, con diálogo y respeto mutuo”.
Vance pasa el fin de semana de Pascua en Roma con su familia y asistió a la misa de Viernes Santo en la Basílica de San Pedro después de reunirse con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Reprimenda papal sobre inmigración
Francisco y Vance han tenido fuertes desacuerdos sobre inmigración y los planes del gobierno de Trump para deportar a los migrantes en masa. El religioso argentino ha hecho de la atención a los migrantes un sello distintivo de su papado y sus puntos de vista progresistas sobre cuestiones de justicia social suelen enfrentarlo con miembros de la Iglesia católica estadounidense, más conservadora.
Vance, quien se convirtió al catolicismo en 2019, se identifica con un pequeño movimiento intelectual católico, considerado por algunos críticos como reaccionario o autoritario, que a menudo se denomina “posliberal”.
Los posliberales comparten algunas opiniones católicas tradicionalmente conservadoras como la oposición al aborto y a los derechos de la comunidad LGBTQ+. Imaginan una contrarrevolución en la que toman el control de la burocracia gubernamental y de instituciones como las universidades desde dentro, reemplazando las «élites” arraigadas con las suyas propias y actuando según su visión del “bien común”.
Pocos días antes de ser hospitalizado en febrero, Francisco criticó los planes de deportación de la Casa Blanca, advirtiendo que privarían a los migrantes de su dignidad inherente. En una carta a los obispos de Estados Unidos, Francisco también pareció responder directamente a Vance por haber afirmado que la doctrina católica justificaba esas políticas.
Un concepto latino del amor
Vance había defendido las medidas su gobierno, basadas en su política de priorizar a Estados Unidos, citando un concepto de la teología católica medieval conocido en latín como “ordo amoris”. Según dijo, este concepto establece una jerarquía de cuidados: primero a la familia, seguida del vecino, la comunidad, los conciudadanos y, por último, los demás.
En su carta del 10 de febrero, Francisco pareció corregir la interpretación que el político hacía del concepto.
“El amor cristiano no es una expansión concéntrica de intereses que poco a poco se extiende a otras personas y grupos”, escribió. “El verdadero ordo amoris que debe promoverse es aquel que descubrimos meditando constantemente en la parábola del ‘Buen samaritano’, es decir, meditando en el amor que construye una fraternidad abierta a todos, sin excepción”.
Vance reconoció la crítica del pontífice, pero afirmó que continuará defendiendo su punto de vista. Durante una aparición el 28 de febrero en el Desayuno Nacional de Oración Católica en Washington, el vicepresidente no se refirió específicamente a esa cuestión, pero se describió como un “católico novato” y reconoció que hay “cosas sobre la fe que no sé”.
Aunque había criticado a Francisco en las redes sociales en el pasado, Vance publicó recientemente oraciones para su recuperación.
Vance, su esposa y sus tres hijos pequeños tuvieron el viernes asientos en primera fila en la misa del Viernes Santo en San Pedro del Vaticano, una conmemoración solemne de dos horas con lecturas en latín e italiano. Francisco no asistió.
Pero el papa ha comenzado a recibir visitas, incluida la del rey Carlos III de Inglaterra, y esta semana salió del Vaticano para reunirse con reclusos en la cárcel central de Roma y cumplir así su cita del Jueves Santo con los más marginados.
Ha nombrado a otros cardenales para que lo sustituyan en los servicios de Pascua de este fin de semana, pero las autoridades vaticanas no han descartado un posible breve saludo con Vance.
“Estoy agradecido todos los días por este trabajo, pero especialmente hoy, que mis funciones oficiales me han traído a Roma en Viernes Santo. Deseo a todos los cristianos del mundo, pero particularmente a aquellos en Estados Unidos, un bendecido Viernes Santo”, escribió el político X. AP