Villoro, Premio Gabo a la Excelencia: México mata a quienes buscan la verdad
Bogotá, 21 oct (EFE).- El periodista y escritor mexicano Juan Villoro reivindicó, al recibir el Premio Gabo a la Excelencia, a los 15 periodistas que han sido asesinados en lo que va de año en México y lamentó que su país «mata a quienes buscan la verdad».
«Hoy, escuchar al otro mata», clamó en el auditorio del Gimnasio Moderno de Bogotá, donde se celebró este viernes la gala de entrega de los Premio Gabo, que abrió el Festival Gabo, que por primera vez se celebra en la capital colombiana.
Villoro (Ciudad de México, 1956) recibió este premio especial, que fue entregado por el Consejo Rector de la Fundación Gabo de la mano del nicaragüense Sergio Ramírez, «por el brillante e inspirador conjunto de su obra y trayectoria» y la «mirada propia, profunda y crítica que proyecta en su ejercicio periodístico con rigurosidad, ética y talento ejemplares».
En este sentido, el mexicano aseguró que destinará el valor monetario del premio al Laboratorio Quinto Elemento, «que apoya a periodistas en zonas silenciadas y de alta peligrosidad».
El escritor de «El Testigo» reconoció durante su discurso el «periodismo de víctimas», que cambió la perspectiva de los culpables a las víctimas y «puso en valor algo intangible pero decisivo: la ausencia».
Un periodismo que cambia el foco de los hombres a las mujeres buscadoras «relegadas por la dominación masculina a la periferia de los sucesos» y que tiene a grandes exponentes a «periodistas de la escucha» como Elena Poniatowska.
Y, por supuesto, en los 40 años del Nobel a Gabriel García Márquez, Villoro no se olvidó de homenajear «al maestro que nos ayudó a ver lo visible y lo invisible».
Recibir un premio que lleva su nombre, aseguró Villoro, «es sinceramente otra cosa» diferente al honor de haber conocido al escritor y periodista colombiano en persona.
«El periodista que cree que merece galardones, no es buen periodista», alegó el escritor mexicano, que quiso recordarlo «en el tiempo del periodista selfie en el que sobran cronistas que se reportean a sí mismos».