Vista atenta a los fundamentos del crecimiento y la competitividad
Juan Temístocles Montás
La Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) es el órgano principal de la Asamblea General de las Naciones Unidas que tiene por finalidad acelerar el desarrollo comercial y económico, principalmente de los países en desarrollo. La UNCTAD ha elaborado el Índice de Capacidad Productiva (ICP), una herramienta enfocada en ayudar a comprender el estado de la capacidad productiva de los países, y cómo mejorarla.
El ICP de la UNCTAD permite diagnosticar las áreas en que los países pueden estar avanzando o dónde están rezagados. Indica “dónde las políticas están funcionando y dónde se necesitan medidas correctivas”. Permite establecer una hoja de ruta para futuras acciones e intervenciones de política en cada uno de sus ocho componentes: capital humano, capital natural, energía, TIC, cambio estructural, transporte, instituciones y sector privado. La puntuación que arroja la evaluación va de 0 a 100.
Los datos elaborados por la UNCTAD para el periodo 2000-2022 permiten apreciar la evolución del mencionado Índice para 194 economías en el mundo. En el caso de América Latina y el Caribe, Chile, Uruguay y Panamá ocupan los primeros lugares, con índice por encima de 50. La República Dominicana ocupa la posición número 15, entre 19 países con una puntuación de 41.4 puntos.
A pesar de ser la segunda economía de más rápido crecimiento en los años 2000-2022, sólo superada por Panamá, la República Dominicana muestra un pobre desempeño en el ICP, desempeño explicado por su bajo rendimiento en los componentes capital humano, capital natural, transporte y sector privado, principalmente.
El capital humano se refiere a educación, la situación de salud de la población, y la integración general de la investigación y el desarrollo en la estructura de la sociedad a través del número de investigadores y el gasto en actividades de investigación. En cuanto al capital natural, se trata de la disponibilidad de recursos extractivos y agrícolas, incluidas las rentas generadas por la extracción del recurso natural, menos el costo de extracción del recurso.
El componente transporte abarca la capacidad de un sistema para trasladar personas o mercancías de un lugar a otro, y el componente sector privado es definido como la facilidad del comercio transfronterizo, que incluye el tiempo y los costos monetarios para exportar e importar, y el apoyo a las empresas en términos de crédito interno, velocidad de cumplimiento de contratos y tiempo requerido para iniciar un negocio.
En todos estos componentes, la República Dominicana obtiene puntuaciones muy por debajo de 50.
En este sentido, una conclusión inmediata es que, si se quiere mejorar el ICP es preciso actuar sobre los componentes donde el país obtiene el más bajo desempeño, sin descuidar aquellos en los que se logran buenos resultados.
El bajo ICP plantea desafíos estructurales que podrían afectar la sostenibilidad del crecimiento en el futuro inmediato. Un desafío es la baja productividad y la poca diversificación de la economía dominicana. La Productividad Total de los Factores (PTF), que mide la eficiencia con la que se utilizan los insumos en la producción de bienes y servicios, ha sido negativa en los últimos años. Significa que el país no está utilizando sus recursos de manera eficiente.
Urge ampliar la base productiva para reducir la dependencia de sectores específicos e invertir en el desarrollo del capital humano. Significa que hay que invertir más eficientemente en educación y formación. Se debe enfrentar la alta informalidad laboral y las condiciones de trabajo en muchos sectores que afectan la productividad. Se debe actuar sobre la burocracia excesiva y las complicaciones administrativas que desalientan la inversión y dificultan el desarrollo de nuevas empresas.
Se debe mejorar la infraestructura de transporte y energía a fin de facilitar el comercio y la inversión, y promover la adopción de nuevas tecnologías en el sector productivo a fin de modernizar y mejorar la eficiencia de los procesos. También hay que superar las importantes diferencias en el desarrollo económico entre las regiones del país, cuya existencia conduce al uso ineficiente de los recursos y a la concentración de la producción en áreas específicas.
Conclusión: sólo una sólida base productiva asegura a futuro la sostenibilidad del crecimiento y la competitividad.