Zonas francas ganan protagonismo en las exportaciones dominicanas

Santo Domingo, 13 junio – Las zonas francas continúan consolidándose como el principal motor de las exportaciones en la República Dominicana. Según datos del Banco Central de la República Dominicana (BCRD), durante el año 2024 este régimen especial representó el 60.7% del total exportado por el país, apenas un punto porcentual por debajo del récord alcanzado en 2023, cuando su participación fue de 61.5%.

El crecimiento sostenido de las exportaciones bajo el régimen de zonas francas refleja su capacidad de competir más eficazmente que el modelo de producción tradicional, que enfrenta obstáculos significativos como altos costos operativos y un entorno regulatorio complejo.

En contraste, las exportaciones del régimen nacional representaron apenas el 39.3% del total en 2024, lo que, según expertos del Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (CREES), pone en evidencia una estructura económica limitada y poco competitiva.

Desde el CREES se subraya la necesidad urgente de implementar reformas estructurales que propicien un entorno más favorable para la inversión productiva. Entre estas, destaca una transformación del sistema tributario que reduzca la carga impositiva, simplifique el cumplimiento fiscal y brinde mayor certeza jurídica, condiciones clave para incentivar la inversión tanto nacional como extranjera.


Exportaciones con poco valor agregado evidencian debilidades estructurales

De acuerdo con CREES, cerca del 74.5% del total exportado en 2024 correspondió a materias primas, lo que revela la escasa capacidad del aparato productivo dominicano para generar bienes finales o de capital. La falta de cadenas de valor sólidas limita el potencial del país para competir con productos de alto valor agregado en el mercado internacional.

El contraste entre las zonas francas y el régimen nacional es notorio: en 2024, solo el 15.3% de las exportaciones de zonas francas consistieron en materias primas, mientras que este sector aportó más del 60% del total exportado por el país.

Para CREES, esto demuestra que el país cuenta con los recursos humanos necesarios, pero enfrenta un entorno normativo que desalienta la inversión en procesos productivos sofisticados.

Las recomendaciones del centro de pensamiento incluyen una revisión profunda del modelo fiscal vigente, caracterizado por su complejidad y una alta dependencia de exenciones o incentivos específicos.

CREES advierte que el actual régimen tributario crea incertidumbre que ahuyenta inversiones a largo plazo, lo que obliga a las empresas a buscar refugio en zonas francas u optar por estrategias de bajo riesgo y bajo valor agregado.

Además, se destaca la necesidad de reducir el gasto público y promover un marco regulatorio más ágil, tanto en el ámbito laboral como en procesos de formalización empresarial, permisos de construcción, registro de bienes y normativas medioambientales.

Esto, según CREES, permitiría atraer empresas multinacionales innovadoras, incluidas aquellas que cotizan en la bolsa de valores de Estados Unidos y que podrían beneficiar al país mediante transferencia tecnológica y generación de empleo de calidad.

Finalmente, el centro advierte que el país debe dejar de enfocarse exclusivamente en factores externos como las barreras comerciales internacionales, y poner el énfasis en reformas internas que permitan capitalizar oportunidades como el nearshoring, que favorece a países con marcos regulatorios estables y competitivos.

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