59.1 millones: un número récord de desplazados internos en el mundo a causa de la violencia

Campamento de desplazados en la República Democrática del Congo. En cuatro continentes sigue en aumento el número de personas desplazadas de sus lugares de vida a causa de la violencia, los conflictos armados y el cambio climático. Foto: Unocha

GINEBRA (IPS) – El número de personas desplazadas dentro de sus propios países a causa de la violencia, los conflictos armados y los desastres alcanzó en 2021 una cifra récord, de 59,1 millones, mostró este viernes 20 un informe presentado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La cifra comprende cuatro millones de refugiados más de los que había en 2020, y el drama sigue creciendo, pues el período cubierto por el Informe Global sobre Desplazamiento Interno no incluye hechos recientes, como la guerra en Ucrania que ha desplazado dentro de ese país a 7,7 millones de personas.

La suma de personas desplazadas internamente y las refugiadas en otros países, por esas causas de violencia, conflictos y cambio climático, pasa de 84 millones, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Según el informe, los desplazados viven en 141 países y territorios, y durante los últimos 15 años han sido principalmente los desastres los causantes de su desplazamiento, superando de manera importante los desarraigos relacionados con los conflictos y la violencia.

El año pasado se mantuvo la tendencia, con 23,7 millones de desplazados por eventos relacionados con el clima -como inundaciones, tormentas y ciclones-, sobre todo en Asia.

La OIM advirtió que los impactos esperados del cambio climático y la falta de una acción climática ambiciosa pueden aumentar los desplazamientos en los próximos años.

Los conflictos y la violencia, los otros dos grandes detonadores de los desplazamientos masivos, desarraigaron a 14,4 millones de individuos en 2021, casi 50 % más que en el año precedente.

La mayor parte de los desplazamientos por estos motivos ocurrió en África, especialmente en Etiopía y República Democrática del Congo. En Asia, Afganistán y Myanmar experimentaron desplazamientos de población sin precedentes.

En el continente americano, los desastres generaron 1,7 millones de desplazamientos. Más de la mitad de ellos se debieron a tormentas e inundaciones, aunque también respondieron a incendios forestales y peligros geofísicos.

Con respecto a los desencadenados por los conflictos y la violencia, el informe da cuenta de 381 000 desplazamientos, sobre todo en Colombia y América Central.

Brasil, Colombia y Haití, en ese orden, fueron los países de América Latina con mayores desplazamientos de población.

El estudio se enfocó particularmente en los niños y jóvenes desplazados, que representaron más de 40 % del total de los desarraigos en 2021.

Por ejemplo, 66 % de los 71 500 desplazados internos en El Salvador, y 57 % de los 247 000 desplazados internos en Honduras, son niños y niñas.

El problema afecta a ese grupo de población de forma particularmente aguda en África subsahariana y Asia oriental y el Pacífico, pero el análisis añade que los acontecimientos y crisis emergentes en países como Afganistán, Yemen, y más recientemente Ucrania, podrían cambiar ese patrón regional.

El estudio subraya que el desplazamiento puede retrasar el desarrollo de niños y adolescentes, erosionando y revirtiendo los avances conseguidos con inversiones a largo plazo, afectando a la actual generación y a las venideras.

El desplazamiento interno “afecta todas las facetas de la vidas de los niños, con impactos en cascada en su seguridad, nutrición, salud, educación y aspiraciones para el futuro”, recuerda el informe.

Detalla, por ejemplo, que las interrupciones educativas generan pérdidas de aprendizaje y reducción de la interacción social, mientras que la falta de acceso a espacios seguros aumenta la vulnerabilidad a riesgos que incluyen el matrimonio infantil, la violencia y los abusos.

El estudio aclara que los números recopilados podrían ser imprecisos ya que muchos países no tienen un sistema eficiente de compilación de datos.

Pese a esas carencias, la OIM se refirió al informe como una herramienta valiosa para los trabajadores humanitarios y los gobiernos, sobre todo cuando se trata de asistir a las comunidades afectadas por desastres y otras crisis.

“Para garantizar que la asistencia humanitaria y los servicios esenciales lleguen a las personas donde más se necesitan es de crucial importancia comprender, gestionar y adaptarse a las tendencias de la movilidad humana”, expuso la OIM.

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