El visado Schengen
Miguel Reyes Sánchez
Resulta inverosímil que aún los dominicanos no disfrutemos de exención del visado Schengen, cuando la mayoría de naciones de América Latina y el Caribe han suscrito acuerdos con la Unión Europea (UE) logrando ese cometido.
Entre las naciones iberoamericanas, sólo Bolivia, Cuba, Ecuador y República Dominicana no han logrado el Acuerdo de Exención de Visa Schengen (Schengen Visa Waiver Agreement).
No se justifica de forma alguna que países con niveles de vida y economías con crecimientos muy por debajo del nuestro, hayan logrado la exención de visados Schengen, mientras que la República Dominicana que exhibe un desarrollo económico y social altamente valorado por los organismos internacionales de financiamientos, todavía se encuentre entre las naciones que requieren ese visado.
En el 2018, República Dominicana realizó la solicitud formal ante la Dirección de Asuntos Internos de la Comisión Europea, para que el país fuese incluido en el listado de naciones exentas de visa Schengen de corta duración.
¿Qué ha sucedido? No hemos quedado en la inopia. Debemos establecer una estrategia de agenciar los apoyos necesarios de los países Schengen, dar seguimiento a la solicitud y cumplir con algunos requisitos primordiales.
Desde el 2015, Perú y Colombia, que se encontraban en la misma condición de nuestro país, lograron ser eximidas del visado.
El flujo migratorio de dominicanos a España fue uno de los argumentos que, en 2007, se esgrimió para imponer la exigencia de visado para estancias cortas a nacionales de nuestro país. A pesar de ser un país no exento de visa, España hoy cuenta con unos 200,000 inmigrantes dominicanos.
Los diplomáticos nuestros en Europa deben recabar el apoyo del país en que están acreditados para que se acepte la solicitud nuestra ante la Unión Europea. Por ejemplo, desde el 2018 se consiguió el apoyo de Portugal para esta aspiración.
Las decisiones sobre eximir a un país del requisito de la visa Schengen se derivan de negociaciones bilaterales y de tener como sustento avances palpables en el país interesado: en el fortalecimiento del estado de derecho, la lucha contra la corrupción, el crimen organizado y la migración ilegal, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales, tener un eficiente control de fronteras y la seguridad de los documentos como el pasaporte biométrico con chip integrado.
Hemos logrado grandes avances en casi todas esas políticas, salvo el punto de los pasaportes, que es un requisito imprescindible al momento de la aprobación dela exención.
En múltiples ocasiones, se ha anunciado que se disponen a cambiar la actual libreta de pasaportes -que tiene algunos elementos biométricos-, pero aún no cuenta con la incorporación del chip RFID que almacena la foto, dos huellas dactilares y la información adicional identificativa recogida e impresa en la página del pasaporte y que tenga en la portada impreso el icono de pasaporte electrónico, de acuerdo a los requerimientos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Aunque entiendo que esto conlleva una alta inversión del Estado, es una tarea impostergable.
En fin, lograr la exención del visado Schengen y dotar a los dominicanos de pasaportes biométricos con el chip RFID, que tantas naciones con menor nivel que la nuestra hace tiempo lo tienen, son dos temas prioritarios y conexos para garantizar la eficiente identidad internacional de nuestros viajeros.
