Hub no Hub, esa es la cuestión
Federico A. Jovine Rijo
Nuestra privilegiada ubicación geográfica hizo que desde aquí partieran las expediciones que conquistaron América, y esa equidistancia también nos puso en la mira de todos los imperios coloniales, quienes de tiempo en tiempo quisieron hacerse con el país, por su ubicación y su riqueza. Hoy, un siglo después de que el modelo productivo industrial dejase de requerir nuestros recursos naturales, el país vuelve a adquirir una relevancia que no se corresponde con su insularidad, pero que compensa con creces a quienes se atreven a invertir en él.
Si algo demostró la pandemia, es que los eslabones de toda la cadena comercial deben ser más cortos, y que así como el Collar de Perlas chino avanza por el Pacífico y el Índico, y la Ruta de Seda será transitada nueva vez, no por camellos, sino por camiones; así la deslocalización de las industrias es perentoria y el Nearshoring, esa necesidad de ubicar en la cercanía de los centros de producción a los suplidores de insumos y materias primas constituye un desafío crítico.
Los puertos dominicanos están a tres días de la costa este de los Estados Unidos, mientras que los europeos están a doce. Años atrás, esa diferencia no era relevante, pero la nueva economía exige cercanía, y esta a su vez exige institucionalidad, reglas claras y transparencia. Volver a posicionar al país como referente regional, esta vez como Hub Logístico del Gran Caribe, requiere infraestructuras y facilidades que promuevan la inversión privada, pero también una comprensión clara por parte de sus autoridades políticas, de los tiempos, necesidades y requerimientos de sus potenciales usuarios.
En ese sentido, la Dirección General de Aduanas (DGA) ha dado pasos firmes y concretos en aras de mejorar la eficiencia de los procesos operativos y robustecer el marco normativo, para garantizar reglas claras y definidas, pero también la agilidad y transparencia de las operaciones portuarias. Crear condiciones para que las principales empresas puedan instalar sus centros regionales de distribución constituye la mejor inversión estatal, ya que impactará favorablemente con su efecto derrame, creará empleos y dinamizará las economías locales.
Hace bien el Comité Nacional de Facilitación del Comercio (CNFC), cuando en el marco de una estrategia de posicionamiento y difusión, ponen en conocimiento de los principales clusters logísticos europeos de las ventajas competitivas del país, y a su vez toman conocimiento in situ de cuáles deben ser los ajustes y estrategias para hacer de República Dominicana un Hub Logístico de clase mundial.
Bajo el liderazgo actual de la DGA, estamos seguros que así será.
Fuente Listín Diario