El Nobel de Economía Bernanke advierte contra la escasa regulación de la banca en la sombra

Copenhague, 8 dic (EFE).- El economista estadounidense Ben Bernanke, galardonado este año con el Nobel de Economía, advirtió hoy de la necesidad de aumentar la regulación de la denominada banca en la sombra o paralela (intermediarios financieros no bancarios) para evitar futuras crisis económicas.

«Mi percepción es que después de la crisis y la gran recesión de 2007-2009 se ha hecho un gran progreso en la regulación (del sistema bancario), en particular con los bancos comerciales (…) Mi preocupación es que en la banca en la sombra, que fue la fuente original de la crisis, ha habido cambios, pero no los suficientes», afirmó en su discurso de aceptación del premio.

Bernanke, que fue presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos entre 2006 y 2014, resaltó que esa falta de regulación es un «problema» y que quedó de manifiesto en la «muy breve pero aguda» crisis financiera de marzo de 2020, causada sobre todo por esos intermediarios como fondos monetarios o bancos de inversiones.

La crisis de la primera década de este siglo fue provocada sobre todo por el «pánico financiero», recordó Bernanke, aludiendo a que aunque las hipotecas de alto riesgo no constituían un activo grande por sí mismas, la incertidumbre sobre quiénes estaban expuestos a ellas atemorizó a la banca paralela y, en parte, a la comercial, sobre todo tras el colapso de Lehman Brothers.

«Evitar futuras crisis requiere una regulación financiera efectiva para asegurar que los prestamistas están sanos y salvos y los prestatarios no están desbordados. Un enfoque macroprudencial o de todo el sistema dirigido a la regulación puede identificar mejor las amenazas en ciernes», afirmó en un acto celebrado en la Universidad de Estocolmo.

La intervención de Bernanke precedió a la de sus colegas Douglas Diamond y Philip Dybvig, los otros galardonados de este año con el premio de Economía, que disertaron durante una media hora por separado sobre sus teorías acerca de los bancos y las crisis financieras, que les han valido el Nobel.

Bernanke fue distinguido por mostrar que la causa principal de la Gran Depresión de la década de 1930 fue la reducción de la capacidad del sistema bancario para canalizar los ahorros en inversiones productivas.

Diamond y Dybvig desarrollaron de forma conjunta un modelo teórico que explica cómo los bancos crean liquidez para los ahorradores, mientras los prestatarios pueden acceder a financiación a largo plazo.

Ese proceso de intermediación de los bancos muestra también su fragilidad ante posibles rumores que pueden provocar retiradas masivas de efectivo, de ahí la necesidad de que los gobiernos garanticen los depósitos.

«Para que el sistema funcione es necesario que los bancos sean grandes, estén diversificados y no se expongan a los riesgos del conjunto de la economía», sostuvo hoy Diamond en su intervención.

Dybvig, por su parte, incidió en el modelo desarrollado en su día con su colega, que les valió el Nobel a ambos, para explicar que aun cuando los bancos puedan estar «sanos», siempre puede haber en ellos un buen equilibrio (los clientes solo retiran el dinero en caso de que lo necesiten) y uno malo (pánico bancario).

«El papel de los seguros de depósitos y otras instituciones es eliminar ese mal equilibrio», defendió Dybvig.

Bernanke, Diamond y Dybvig recibirán este sábado en una ceremonia en el Konserthus de Estocolmo su premio, al igual que el resto de galardonados en Medicina, Química, Física y Literatura.

Horas antes se celebrará en el Ayuntamiento de Oslo otro acto similar para los ganadores del Nobel de la Paz, una tradición que obedece a la voluntad del creador de los premios, el magnate sueco Alfred Nobel (1833-1896), ya que en su época Noruega formaba parte del Reino de Suecia.

Todos los premios están dotados este año con 10 millones de coronas suecas (917.000 euros o 962.000 dólares), a repartir en caso de que haya varios galardonados en una misma categoría.

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