El mundo, Pro-Industria y la Zona Franca de Baní
Pablo McKinney
Cuando el mundo se enfrenta a una tercera guerra mundial no declarada entre Rusia y Occidente, con Estados Unidos espiando a Rusia con sus drones, y China haciendo lo mismo con Estados Unidos con sus globos.
Cuando Estados Unidos, Reino Unido y Australia muestran al mundo el principal fruto de su alianza armamentística: un submarino nuclear que de tan mortal y mortífero ha disparado todas las alarmas chinas.
Justo y cuando el fantasma de la crisis financiera saluda al mundo desde el quebrado Silicon Valley Bank y lanza su onda expansiva de incertidumbre a todas las economías del planeta… en un escenario así, ¿a quién podría importar que en Matanzas se haya reabierto la Zona Franca Industrial de Baní y celebrado una feria de empleos que en su primera fase acogerá a unos dos mil trabajadores, cinco mil a mediano plazo? ¿A quién? Pues a usted y a mí; al país.
El asunto es sencillo y en la literatura universal es el gran axioma de Tolstoi: “Habla de tu aldea y te volverás universal”. En un mundo donde la única certeza es la incertidumbre, donde hasta el concepto de crisis está en crisis, cuestionémonos con Machado: “dónde está la utilidad de nuestras utilidades, volvamos a la verdad, vanidad de vanidades”.
Cerca de cuatro mil banilejos, sureños, asistieron a la feria de empleos que se montó el mismo día en que, después de múltiples esfuerzos que pasaron por la voluntad del presidente Abinader que primero, vía decreto, trasladó la administración de la desvencijada Zona Franca Industrial de Baní a Pro- Industria y autorizó 100 millones de pesos para que fuera posible el reacondicionamiento y otros aspectos; pero también pasó este milagro político/administrativo por la tenacidad y buena gerencia (sí, un funcionario además de político debe ser un buen gerente) del director de Pro-Industria, Ulises Rodríguez, quien coordinó esfuerzos, buscó donde no había y con la colaboración de una gerente vegana de nombre Rocío que en su trabajo rinde más que una sopa de pobres, hizo posible lo improbable… La Zona Franca de Baní reinició sus operaciones y a mediano plazo ofrecerá empleo a cerca de cinco mil banilejos.
Por cierto, ¿han visto ustedes la sonrisa iluminada que se instala en el rostro de un ciudadano el día que anuncia a su familia que al fin tiene un trabajo?