Misteriosa muerte de dos hermanas dominicanas en la ruta hacia Estados Unidos

Santo Domingo, 15 mayo – Un velo de misterio envuelve la muerte de las hermanas Daniela y Arisbelkis Valdez Rosario, quienes perdieron la vida este lunes en la famosa «vuelta por México» mientras intentaban llegar de manera ilegal a los Estados Unidos. La incertidumbre arropa a sus familiares en el distrito municipal de Sabana del Puerto-Jima, en Bonao, provincia Monseñor Nouel.

Daniela y Arisbelkis, junto con el hijo de 2 años de una de ellas, emprendieron su travesía hacia el país norteamericano la mañana del sábado 11 de mayo. Se mantuvieron en comunicación con su familia hasta el domingo a las 2:00 de la tarde, tras haber sido detenidas por aproximadamente 16 horas en migración de El Salvador, según informó su hermana Nayelys Valdez.

Nayelys cuenta que, tras recibir varias versiones sobre el bienestar de sus hermanas, el coyote que organizó el viaje desde República Dominicana llamó al celular de su madre el lunes. Ella contestó, y en ese momento el hombre le informó que sus hijas habían fallecido.

La versión del coyote, a quien la familia dice no conocer, fue que las jóvenes de 28 y 26 años habrían sufrido «una intoxicación con algo que comieron y les cayó mal».

Sus familiares en Bonao, incluyendo a sus hermanos y su padre, el conocido ebanista de la comunidad de Fula, Ardio Valdez, aseguran que desconocen la cantidad de dinero que Arisbelkis y Daniela pagaron por el viaje y el motivo que las llevó a salir del país. Tampoco saben qué fue exactamente lo que pasó, por lo que piden ayuda y respuestas sobre la muerte de las jóvenes.

Asimismo, establecen que en todo momento, el hombre que organizó el viaje afirmaba que era «seguro, que todo era por vuelos». «Nunca nos dieron ni un por ciento de probabilidad de que iba a pasar algo malo», indicó Nayelys.

La madre de Arisbelkis y Daniela se encuentra en Guatemala buscando a su nieto de 2 años y respuestas de las autoridades sobre el caso.

Daniela estaba estudiando para ser azafata y dejó los estudios para irse a Estados Unidos. Las hermanas fallecidas, junto con Nayelys, vivían en Bávaro, provincia La Altagracia, donde tenían dos negocios de mini-market.

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