África, reformas y nosotros
J.C. Malone
Las evidencias arqueológicas demuestran que la mayoría de los humanos modernos, nosotros, descendemos de un grupo que salió de África y pobló todo el planeta.
Cuando corrientes de aire caliente chocan frente a las islas de Mindelo o Cabo Verde, en África Occidental, ese remolino llega al Caribe como huracán. El Polvo del Sahara sigue la trayectoria del huracán. Esa ruta la siguieron los traficantes humanos que alimentaron la esclavitud, iniciada en nuestra isla.
África está más cerca de lo que muchos dominicanos, que tienen un 50% de genes de África Subsahariana, quisieran admitir, lo que allí pasa, aquí se refleja.
La inestabilidad política se apodera de toda el África Subsahariana, Kenia, que está en el Este de África, como tantas otras naciones, vive protestas y disturbios constantes.
Expulsaron los colonialistas franceses y estadounidenses de varios países, aumentaron precios e impuestos por “reformas fiscales” en otros, como Kenia, toda la región esta alborotada.
En Haití están los policías de Kenia y nadie sabe cómo los dominicanos aceptaremos la venidera “reforma fiscal”.
Históricamente, nadie acepta aumentos de impuestos y precios pacíficamente. Salvador Jorge Blanco, papa político del grupo gobernante, introdujo los “ajustes estructurales” del Fondo Monetario Intenacional (FMI). Hubo un estallido social nacional en abril del 1984.
Todavía se dice que fue “planeado”, claro, porque el país no tenía derecho a protestar por los aumentos excesivos en impuestos, precios de combustibles, alimentos y medicinas.
En Kenia, el presidente William Ruto no promulgó la ley que él envió al Congreso, siguen las protestas, y el país le grita “no confiamos en ti Ruto”.
Antes de aplicar la “reforma fiscal (o ajuste estructural) número 12 o 15 en los últimos 40 años, debemos preguntarnos, ¿para qué?. Mientras más gastamos, peores son los servicios, la educación y la salud pública, por ejemplo, son mucho peores hoy, que antes de los “ajustes estructurales” del 1984.
Mientras más dinero cobran, menos servicios de calidad ofrecen, si la nación se siente estafada, es legítimo protestar. Ojalá el presidente entienda eso.
Listin Diario
