Apretarse el cinturón con Donald Trump

Ramón Núñez Ramírez 

El triunfo de Donald Trump ha concitado la alegría de organizaciones y personalidades locales por la postura antiaborto, antiwoke y antiagenda 2030 del Presidente Electo, con las cuales coincido aunque con menos fanatismo; sin embargo, al margen de esos temas hay fundados temores de que las políticas económicas, así como sus concepciones geopolíticas provoquen daños a la economía de EE. UU., sus aliados y también a la RD.

No es accidental que 23 premios Nobel de Economía norteamericanos apoyaron a Kamala Harris y dos días antes de las elecciones el prestigioso Premio Nobel, Joseph Stiglitz, publicó un artículo estableciendo un paralelo entre las políticas económicas de Harris y Trump, destacando los impactos positivos de las medidas de la candidata para los sectores de menores ingresos.

Donald Trump va a reducir los impuestos a las corporaciones y los más ricos, receta que no activa la economía, conduce a incrementar el déficit presupuestario, elevar la deuda, debilitar el dólar y estimular el aumento de los commodities, especialmente el petróleo. Ese tipo de política abre más la brecha entre los multimillonarios y los pobres y la clase media.

La receta para no elevar el déficit la ofreció Elon Musk, de seguro súper asesor en la nueva administración, de reducir US$2.0 billones en el gasto federal, algo así como el 20%. Procediendo del hombre más rico del planeta eso significa recortes en salud, educación, seguridad social, Medicare y al igual que lo anterior afecta a la base de la pirámide y los dominicanos que enviarán menos remesas al país.

Trump y Musk postulan por eliminar regulaciones para favorecer las grandes corporaciones y la experiencia enseña que esas desregulaciones fueron una de las causas de la crisis financiera de 2008-2009.

También ha anunciado el aumento de los aranceles a México, China y otros países, lo cual aumentará el costo de los bienes, afectando los sectores de bajos y medianos ingresos y de nuevo los dominicanos exportadores de remesas. Podría revisar los tratados de libre comercio y perjudicar las exportaciones de RD.

Algunos alegan, con razón, que las administraciones demócratas propician presiones sobre nuestros gobiernos para que acepten más inmigrantes y reduzcan las deportaciones, obviamente una administración Trump no ejercerá presiones con ese tema, pero tampoco va aportar recursos para el mantenimiento de la fuerza multilateral en Haití y ello dará libertad a las bandas para incrementar el terror y la toma de más territorios, creando presiones migratorias adicionales a la RD.

Haití no está en el radar de los temas de política exterior de Trump, recordemos la leyenda urbana de que los inmigrantes haitianos se comían perros y gatos y durante su presidencia calificó a ese país como de “shit country” (país de mierda).

Por falta de espacio no vamos a incursionar en aspectos geopolíticos como la posible solución a la guerra de Ucrania, el alejamiento de aliados fundamentales como la UE, la guerra comercial con China, impactante en el comercio mundial, y su negativa aceptar la realidad del cambio climático que impedirá la necesaria acción global para enfrentarlo.

Esa nación merecía un liderazgo diferente a Harris y Trump para relanzarla, mantenerse puntero en la carrera tecnológica y sanar las divisiones internas.

Cuidado si el “make America great again” se convierta en “make America smaller”.

Hoy

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