El duelo no termina para ellos: familias rotas por la tragedia del Jet Set enfrentan una vida marcada por el dolor
Por la Redacción
Santo Domingo, 13 de abril. — Concluyen los seis días de duelo oficial decretados por el Gobierno tras la tragedia del Jet Set, pero para las familias de las víctimas, el dolor no se rige por decretos. En decenas de hogares dominicanos y extranjeros, lo que comienza ahora es una vida marcada por la ausencia, por las preguntas sin respuesta y por un luto que no tiene calendario.
La madrugada del martes 8 de abril cambió para siempre la historia reciente de República Dominicana. La caída del techo en la icónica discoteca Jet Set, mientras se celebraba una fiesta animada por el merenguero Rubby Pérez, dejó al menos 226 muertos y más de 180 heridos.
Un desastre humano sin precedentes que no solo enluta al país, sino que parte en dos la vida de cientos de familias que ahora deben aprender a vivir con el vacío.
Historias truncadas por una noche de fiesta
Una de las historias más dolorosas es la de Eduardo Guarionex Estrella Cruz, hijo del ministro de Obras Públicas, Eduardo Estrella, quien murió junto a su esposa, Alexandra Grullón, hija de Melba Segura de Grullón.
La joven pareja se había casado hacía menos de un año, en junio de 2024, y vivía una etapa de plenitud personal y profesional. Sus muertes no solo estremecieron al círculo empresarial y político del país, sino que simbolizan lo abrupto e injusto del destino para muchos.
En un velorio privado celebrado en Santiago, el ministro Estrella expresó, entre lágrimas, que «lo más lejos que yo tenía en ese momento era que ahí estaba mi hijo». Y narró cómo tuvo que dar la trágica noticia a “Doña Melba”, compartiendo el dolor de haber perdido a dos jóvenes promesas que apenas comenzaban su vida juntos.
El Grupo Popular, al que pertenecía Alexandra, también confirmó la pérdida de Eduardo Grullón, presidente de AFP Popular; su esposa, Jhoanna Rodríguez; y Stephanie Avendaño, colaboradora de la institución. Cada nombre representa no solo una pérdida laboral, sino el quiebre de núcleos familiares enteros.
El caso de Karla Sánchez: una madre extranjera que no volverá a casa

Otra historia conmovedora es la de Karla Sánchez Solórzano, una costarricense de 41 años, madre de un niño de 12. Karla había viajado a Santo Domingo por motivos personales, sin imaginar que su vida terminaría en medio de una tragedia colectiva.
Fue internada con múltiples heridas, entre ellas un pulmón colapsado y una grave lesión en la columna. Murió tras ser intervenida quirúrgicamente en el Hospital Marcelino Vélez, convirtiéndose en la víctima número 226.
Su hermana, Jarumy Sánchez, confirmó que Karla estaba en estado crítico desde el viernes. Su hijo ahora queda huérfano, en una historia que se replica con variaciones en múltiples hogares, tanto dominicanos como extranjeros.
Ni el consuelo de la fe logra silenciar el llanto

El sábado por la noche, miles de personas se congregaron en el Estadio Quisqueya para un concierto de adoración liderado por el grupo cristiano Barak. Allí, entre canciones de esperanza, se rindió homenaje a Rubby Pérez, Octavio Dotel, y a decenas de víctimas del derrumbe.
El vocalista Robert Green, visiblemente conmovido, abrazó al hermano de Rubby y pronunció un discurso que resumió el sentir colectivo: “República Dominicana, no te quedarás vencida en el suelo. Te levantarás, y recordarás a los tuyos con la cabeza en alto”.
Durante la interpretación de “Todo va a estar bien”, una pantalla gigante mostró la bandera nacional y los rostros de los fallecidos, entre ellos figuras reconocidas como la gobernadora Nelsy Cruz, el diseñador Martín Polanco, y el DJ “Felito Music”.
El duelo se hace eterno en los corazones que amaron

En una carta pública, las familias Estrella Cruz y Grullón agradecieron las incontables muestras de apoyo del pueblo dominicano, pero también dejaron claro que el vacío que dejan sus seres queridos no podrá llenarse nunca. “Guario y Ale fueron, son y serán siempre hijos excepcionales. Vivirán eternamente en nuestras memorias y en nuestros corazones. ¡Los amamos profundamente!”, expresaron.
El ministro Estrella también reconoció con gratitud la labor de los equipos de rescate, que trabajaron sin descanso para salvar vidas y recuperar cuerpos en medio del caos. “Su entrega heroica, su profesionalismo y humanidad quedarán por siempre grabados en nuestros corazones”, escribió.
Una fecha que se convertirá en símbolo nacional del dolor

El 8 de abril de 2025 ya está marcado como uno de los días más trágicos en la historia contemporánea del país. La discoteca Jet Set, que durante décadas fue símbolo de glamour, música y encuentro, se convirtió en un escenario de muerte. Allí, una generación entera fue golpeada por la tragedia, con víctimas que iban desde músicos y empresarios hasta madres solteras, turistas, trabajadores y jóvenes celebrando cumpleaños.
Las historias personales continúan emergiendo: parejas recién casadas, familias enteras que acudieron a divertirse, trabajadores del lugar que se convirtieron en héroes o víctimas, niños que hoy preguntan por qué mamá o papá no volverán.
Para ellos, no hay decreto que cierre el duelo. No hay fecha que marque un regreso a la normalidad. Viven ahora con una silla vacía, un número silenciado en el teléfono, una habitación que se mantiene intacta, como si aún esperaran que su ser querido regresara.