“Yo, Balaguer”
Alejandro Herrera
“Vuelve y vuelve Balaguer”, una de sus más cacareadas consignas políticas se hace realidad otra vez. Como si saliera de la tumba, resucitado por la diestra pluma de Pablo Gómez Borbón, ha vuelto Joaquín Balaguer y está entre nosotros desde el pasado mes de marzo a través de la nueva y envolvente novela de éste escritor dominicano radicado Bruselas, que años atrás ya nos deleitó con su laureada obra: “Morir en Bruselas”.
Al margen de cualquier juicio de valor, tras reconocer las luces y las sombras que conlleva todo personaje histórico, y en la retrospectiva de casi un cuarto de siglo transcurrido desde su desaparición física en el 2002, no incurro en ninguna exageración si afirmo que Joaquín Balaguer es el dominicano que en toda nuestra historia ha tenido el más dilatado e influyente vínculo con el ejercicio del poder político en la República Dominicana.
En su longeva vida que alcanzó la edad de los 95 años, de los cuales 80 se relacionó de una u otra forma con el poder, podemos ver y distinguir varios Balaguer que jugaron y se adaptaron a cada circunstancia. Un joven Balaguer anti intervención norteamericana, partidario de “la pura y simple”, salida sin condiciones de las tropas norteamericanas ocupantes de nuestro territorio de 1916 a 1924. Un Balaguer trujillista; que ocupó las más variadas posiciones públicas durante este régimen de fuerza hasta llegar a la cima del poder, ocupando en su postrimería la presidencia de la República como Presidente títere.
Sobrevivir en la Era de Trujillo; donde resultaba común y cotidiano “caer en desgracia” y con ella, perder la vida como si nada pasara, resultó para Balaguer más que una hazaña, la oportunidad de dar riendas sueltas a todas sus cualidades y a todo su potencial político. Y sobre todo, luego de superar la prueba de la crisis que siguió al final trágico de la dictadura, cuando los familiares de Trujillo hicieron correr la sangre de la venganza y el propio Balaguer debió “hilar fino” para no sucumbir en el turbulento ambiente del trujillismo moribundo y violento y los ataques de los antitrujillistas radicales.
De esa vorágine política de comienzo de los años 60 surge el Balaguer políticamente autónomo que acciona y maniobra para influir y modelar el acontecer del proceso político en la República Dominicana, tanto desde el poder como desde la oposición, hasta el momento mismo en que deja de existir el 14 de julio 2002. Es decir, un lapso de tiempo que abarca los 41 años en los que en el orden político mantuvo siempre la principalía en la vida pública nacional.
Un personaje complejo, enigmático y único, que sin más ni menos, se convirtió en maestro de maestros en la no siempre fácil tarea del ejercicio del poder político en este país. Su nombre era sinónimo de poder, y sobre su figura se ha escrito y se seguirá escribiendo mucho en el presente y en el futuro. Él mismo dejó una abundante y variada obra reunida en una docena de tomos, incluyendo sus propias memorias en 1989, que dejó incompleta no solo por la famosa página en blanco que adrede insertó, sino porque luego de su publicación vivió y siguió influyendo por más de una década (13 años).
Es en este contexto y sobre este personaje que Pablo Gómez Borbón nos sorprende y nos deleita con “Yo, Balaguer”, la primera biografía novelada del hombre que nos gobernó en 6 ocasiones y los últimos 10 años totalmente ciego, que sobrevivió a todos sus adversarios y murió tranquilo en su cama cuando “quiso” a los 95 años. Escrita y narrada en primera persona, el autor derrocha erudición, cultura e ingenio creativo. Usa con maestría su licencia de novelista que investigó, leyó e interrogó al personaje hasta penetrar en la profundidad de su ser para hacerlo hablar con asombrosos detalles sobre sí y sobre la mayor parte de los acontecimientos en los que sus decisiones fueron determinantes.
Es una gran obra, al margen de cualquier crítica valida o no, que seguro tendrá. Es el libro del momento, que invito a leerlo convencido de que no se arrepentirán de su cautivante lectura; sobre todo los políticos, aspirantes a gobernantes y los propios gobernantes del presente y del futuro, que podrán comprobar que Balaguer más que discípulo de Nicolás Maquiavelo, el célebre Florentino autor del “El príncipe”, lo superó con creces como maestro del ejercicio del poder político.
Listín Diario