Nos gobiernan con chismes
J.C. Malone
La política es el segmento del entretenimiento donde brillan los actores malos y feos, como Ronald Reagan. El demostró que basta ser un actor mediocre para ser politico exitoso, Donald Trump era actor de TV.
Reagan tenía doctrina, era neoliberal, hoy gobiernan peores actores sin doctrinas. Producen espectáculos profundamente superficiales, epidermicos, estimulando emociones primarias, chismes vulgares: la ministra se acuesta con fulana, cuya hija esta embarazada de mengano, el gobierno distribuye chismes.
Trump y Elon Musk se pelearon, ¿hasta dónde llegarán?, puro entretenimiento, naderías. Trump fue enemigo de JD Vance, su vicepresidente, de Megan Kelly, se reconciliaron, desprecia a Benjamín Netanyahu, pero lo arma, el dólar se desploma, nos distrae.
Los elegimos para gobernar, no para chismear sin justificar sus salarios, el exceso de circo augura una profunda y peligrosa carencia de pan.
Desde la tragedia de Jet Set, hacen 60 días, tuvimos chismes de panties y panties, panties y bragetas, la “cumbre presidencial”, y el “detective” arrestado.
De la “cumbre”, sale la carta irrelevante, la corbata ausente, “regalada” a “quien la necesitaba”, las corbatas son “necesidades”.
Ahora es el narcotraficante Quirino Ernesto Paulino quien “decide” cuál politico es “serio” o “ladrón”, el narcotráfico fija “parámetros morales”, pero no somos una «narcosociedad», nos distrae de las cosas importantes.
Cinco años y miles de millones de pesos más tarde, no arranca la segunda línea del metro, esconden un fracaso monumental. El teleférico de Puerto Plata funcionó desde 1975, lo suspendieron para “mejorarlo”, un año después, no hay teleférico.
El oro tiene precios altísimos, ¿cuanto nos toca? nadie habla eso.
La irrelevante vida sexual de la ministra de Interior y Policía, nos distrae de su inefeciencia ante la delincuencia.
Con cinco meses gobernando, Trump no terminó las guerras, como prometió, ahora busca pleitos con Irán y China. Tras cinco meses desacreditando el gobierno anterior, sin sometimientos judiciales, ahora se pelearon Trump y Musk, su “ministro del descrédito y la distracción”.
En la capital imperial, y sus provinciales subalternas, gobiernan, entretienen con chismes, nos distraen de algo ineludible, y catastrófico.