A punto de invadir

 Miguel Reyes Sánchez

El 27 de febrero de 1963 Juan Bosch asumió como presidente de la República Dominicana, y apenas dos meses después se produjo una grave crisis con Haití, con la incursión de militares haitianos en la Embajada dominicana.

En Haití gobernaba François Duvalier (“Papa Doc”) como presidente de su país desde 1957, por un período de seis años, de acuerdo a la Constitución haitiana, debiendo concluir su gestión el 15 de mayo de 1963, pero en ese momento preparaba su permanencia vitalicia en el poder.

El día 26 de abril de 1963, mientras llevaban al colegio metodista Bird, a los hijos del presidente Duvalier: Jean Claude, de 12 años, y Simone, de 14, un comando armado falló en el intento de secuestrar a los niños. Pero, cuando los vehículos retornaban a la residencia oficial se produjo una emboscada y fueron acribillados a balazos dos de los guardaespaldas y el chofer.

Papa Doc entendió que este atentado era el inicio de un golpe de Estado. Los “Tonton Macoutes” (policía secreta de Duvalier) y el Ejército regular de Haití bloquearon las calles y se sacaron los tanques de guerra del palacio presidencial. Estos esbirros del régimen dispararon contra inocentes transeúntes y conductores, perdiendo la vida una veintena de personas.

El mandatario haitiano acusó del atentado al exoficial de su Ejército, François Benoit, quien el día anterior a los hechos se había asilado en la Embajada de la República Dominicana.

Duvalier aseveró que los diplomáticos dominicanos le habían permitido a Benoit salir de la sede a cometer el atentado y volver, dando la orden a las tropas haitianas para que irrumpieran en la sede diplomática dominicana.

La residencia de Benoit fue incendiaba y mataron a sus padres, a su hijo de un año y a tres miembros del servicio doméstico. Luego se comprobaría que el autor del atentado no fue Benoit, sino el también exmilitar Clement Barbot.

El 27 de abril de 1963, cuando el Dr. Frank Bobadilla, Encargado de Negocios dominicano, llegaba a la oficina dos soldados haitianos le impidieron el paso, registraron todas las oficinas de la sede diplomática dominicana y se instalaron en el patio de la embajada.

La Cancillería dominicana remitió una nota de protesta en la que responsabilizaba al Gobierno haitiano de la vida de los asilados y exigía seguridades para el personal diplomático dominicano. El Gobierno dominicano le dio un ultimátum de 24 horas para retirar los soldados, y pasado el plazo Bosch ordenó proceder con la “Operación Mangú” para invadir Haití y rescatar a los compatriotas.

El presidente Bosch se dirigió a la nación diciendo: “hemos sido insultados sin haber provocado nosotros el insulto; se ha invadido nuestra embajada con fuerzas armadas, lo cual equivale a una invasión a nuestro país y es una ofensa imperdonable a nuestra dignidad”.

Unos días después Duvalier, por la presión de la OEA y la amenaza latente de las tropas dominicanas, retiró los soldados de la embajada.

Listín Diario

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