Inyecciones monetarias no logran reducir tasas de interés
Ramón Núñez Ramírez
Políticas monetarias y fiscales expansivas representan la receta ortodoxa para estimular una economía en recesión, pero el uso frecuente de una política monetaria flexible frente a una ralentización económica puede conducir a una ineficacia de las medidas como lo hemos visto recientemente.
En 2020 se justificaba la inyección de RD$220 mil millones frente a la parálisis provocada por la pandemia, pero esa expansión monetaria, unida al aumento en los precios del petróleo, fletes y alimentos, obligaron a una política monetaria restrictiva para frenar la inflación.
En 2021 y 2022 la inflación en RD superó la meta de las autoridades (4.0%±1.0%) con aumentos de 8.5% y 7.8%, respectivamente, esta cedió gracias a las restricciones monetarias, y en mayo 2023 se situó en 4,43%, mientras, la economía daba síntomas de ralentización con un crecimiento acumulado de 2.0% ese mes.
En junio la JM autorizó la colocación de RD$205,000 millones, entre liberación del encaje legal y Fondos de Liberación Rápida (FLR), para prestamos a diferentes sectores a una tasa máxima de 9%. A pesar de esas medidas la economía concluyó 2023 con un crecimiento de 2.2% y la Tasa Activa Promedio Ponderada a lo largo de 2024 y 2025 se ha mantenido por encima del 15.0% . La flexibilidad monetaria no logró reducir las tasas de interés.
En noviembre de 2024 se liberaron RD$35,000 millones para el sector construcción y no fueron redimidos RD$140,000 millones en instrumentos financieros a vencer. De nuevo la flexibilización monetaria no redujo las tasas de interés ni detener la caída de -2.3% del sector construcción en el primer cuatrimestre de 2025, alimentado también por la baja inversión publica.
El exceso de liquidez unido a la perdida de Reservas Netas por US$2,853 millones, entre diciembre 2023 y enero 2025, estimularon un deslizamiento del tipo de cambio con una depreciación anualizada a marzo 2025 de 7.0% .
Para enfrentar esa depreciación, la JM emitió el 23 de marzo tres resoluciones dirigidas a limitar los préstamos en moneda extranjera (ME) a los no generadores de divisas, limitar la posición larga de los bancos (Activos en ME menos pasivos en ME) y devolución el 2 de junio de RD$34,365 millones correspondientes a liberaciones de encaje legal de 2019.
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Esta serie de medidas, si bien logró una apreciación del tipo de cambio de 7.0% en abril, pero contribuyó a una mayor desaceleración económica(en abril el PIB anualizado era 1.7%), mientras el crédito al sector privado entre diciembre y junio estaba creciendo por debajo de la inflación.
Ante esa situación las autoridades decidieron el 13 de junio liberar RD$50,000 millones del encaje y otras hasta alcanzar RD$81 mil millones y rectificar las medidas de los préstamos a los no generadores de divisas excluyendo a los importadores.
Estas medidas representan un alivio temporal al sector financiero y a los beneficiarios de créditos baratos al 9.0%, su impacto en la reducción de las tasas de interés será mínima y en detener la desaceleración económica.
Para revertir esa desaceleración se demandarían inyecciones de mayor calado y una reactivación de la inversión publica.
Pero el BC esta limitado en reducir las tasas de interés para estimular la demanda ya que la Reserva Federal mantiene su tasa de política y en RD debemos mantener tasas atractivas frente a los EE. UU., o de lo contrario se producirían fuga de capitales.
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