Toda la línea costera del Pacífico sudamericano enfrenta amenaza de tsunami con miles de evacuados
Valparaiso, CHILE, 30 julio. — La costa sudamericana del Pacífico amaneció el miércoles con alertas de tsunami y la evacuación de al menos 1,5 millones de personas ante la amenaza de grandes oleajes que dejó la noche anterior uno de los terremotos más potentes jamás registrados en el extremo oriental de Rusia.
Con el paso de las horas, las advertencias se desvanecieron en algunos países mientras otros pedían a sus ciudadanos estar preparados con kits de emergencia.
El Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) de Chile elevó a alerta roja las advertencias para todo el borde costero continental del país, así como su territorio insular y Antártico.
“Se mantiene la amenaza de tsunami para toda la costa de nuestro país”, indicó la directora del Senapred, Alicia Cebrián.
Se espera que más de 1,5 millones de personas sean evacuadas en todo el país, indicó por su lado el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, tras una reunión de emergencia con diversos organismos.
Las primeras olas llegaron a las 9.25 hora local (1525GMT) a la Isla de Pascua, un territorio insular de Chile, algunas con alturas de hasta 60 centímentros, y se espera una nueva tanda, según las autoridades. Sin embargo, de momento no hay reportes de daños.
Se prevén olas que podrían alcanzar los tres metros de altura en diversas regiones como Atacama, Antofagasta y la turística Valparaíso. Ante el alerta, el Ministerio de Educación chileno suspendió las clases en todos los establecimientos emplazados en el borde costero.
El Senapred recomendó que los evacuados estén preparados para la emergencia con kits que incluyen papel higiénico, radio a pilas, agua, comida enlatada, botiquín de primeros auxilios, linternas y encendedor.
En Valparaíso, a unos 120 kilómetros de la capital Santiago, los teléfonos empezaron a sonar a las 12.03 hora local con órdenes de evacuación. Farmacias y otros negocios empezaron a cerrar sus puertas. En las calles, Carabineros, la Policía de Investigaciones y patrullas municipales redoblaron su presencia, cerraron diversos pasos y orientaron a la población.
La evacuación se dio de forma tranquila y ordenada, aunque se registraban largos atascos en las vías que conducen a las colinas de esta ciudad.
“No pegamos ojo toda la noche, fue una noche muy tensa”, dijo a The Associated Press la comerciante Contanza Mercado, quien vive a pocos metros de la costanera. Junto a su marido, madre y dos niños, abandonó su hogar y no sabe cuándo podrá volver. “Nos dio miedo porque no sabíamos qué podía pasar, a qué hora, simplemente no teníamos el control”.
El potencial tsunami ha traído de vuelta dolorosas memorias a los residentes de la portuaria ciudad, donde más de 150 personas perdieron sus vidas en 2010 tras un poderoso terremoto y posterior gran oleaje que azotó las costas de Chile. Fue uno de los sismos más poderosos y dejó más de 500 muertos en una de las peores tragedias de la historia reciente del país.
“Hay mucha preocupación…Las olas que llegan, no sabemos de qué tamaño serán y nos causa aprehensión que pase lo que pasó en 2010”, afirmó a AP la jubilada Aurora Galdámez, quien evacuaba hacia un cerro junto a su hija Jasmín.
Cinco recintos penitenciarios eran evacuados mientras que medio centenar de establecimientos de salud han activado sus protocolos para hacerlo.
En tanto las operaciones en todos los puertos desde Arica, en el extremo norte, hasta el centro-sur del país, están paralizadas, según Senapred.
El presidente chileno, Gabriel Boric, recordó en su cuenta de X que “las primeras olas ya llegaron a las costas de Japón, Alaska y Polinesia”. “Recuerden que normalmente la primera ola no es la más fuerte. Actuemos con calma y siguiendo instrucciones oficiales”, instó el mandatario.
Chile tiene una costa de 6.435 kilómetros de longitud y se sitúa en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las regiones con la mayor actividad sísmica y volcánica del mundo, por lo que sismos, erupciones y tsunamis son habituales. El país sudamericano ha registrado algunos de los temblores más potentes de la historia.
En Perú 126 puertos fueron cerrados, incluido el de la localidad de Ilo, desde donde se envía a China cobre de varias mineras de los Andes, pero las olas que llegaron era mínimas hasta el momento.
El gobierno peruano envió mensajes a los celulares de los ciudadanos alertándolos de la posibilidad de llegada de una serie de olas sucesivas, mientras varios municipios cerraron los accesos viales a la costa. La localidad de Huanchaco evacuó de forma preventiva a unos 300 pobladores. Algunos municipios colocaron tableros advirtiendo a los transeúntes que no se acercaran al litoral.
Las autoridades colombianas declararon un alerta para los departamentos de Nariño, fronterizo con Ecuador, y Chocó, en el noroeste. Se recomendó el cierre total y la evacuación de playas y zonas de bajamar, así como la restricción del tráfico marítimo.
En tanto, las autoridades de Ecuador decidieron reanudar los vuelos a las islas Galápagos, luego de que se registrara un mínimo oleaje adicional. Las clases escolares se suspendieron en el archipiélago.
En Panamá las autoridades informaron que mantienen bajo aviso y vigilancia varias zonas costeras, aunque han descartado eventuales daños o evacuaciones. AP